La zafra 2023-2024 en el ingenio Beta San Miguel, ubicado en el municipio de El Naranjo, está a punto de concluir, pero no sin desafíos considerables. La sequía ha dejado su marca en la producción de caña de azúcar, lo que se traduce en una cosecha insatisfactoria.
Según José Rubén León Montalvo, representante de la CNPR, esta temporada ha sido una de las más complicadas y breves en años recientes. “Inició el 15 de diciembre pasado y estará terminando este 02 de marzo”, declaró Montalvo.
A pesar de los esfuerzos, la producción no alcanza los estándares habituales. “Estimamos cerrar la zafra actual con una molienda de 500 mil toneladas y con un KARBE de apenas 99 puntos, aunque en estos momentos se encuentra en 98”, lamentó Montalvo. Esta cifra está muy por debajo de los resultados anteriores, donde el ingenio solía registrar hasta 142 puntos de KARBE, siendo líder nacional en este aspecto.
La escasez de mano de obra ha agravado la situación. Montalvo describió la zafra como “muy corta, con muchas problemáticas”, y resaltó la dificultad de encontrar trabajadores dispuestos. Además, la plaga del gusano barrenador ha contribuido al deterioro de la calidad de la caña y, por ende, del KARBE.
El impacto económico en los productores es evidente. “Hay productores que cosechan 20 o 25 toneladas por hectárea y eso no da para pagar los gastos”, expresó Montalvo. Muchos se enfrentan a la realidad de caer en cartera vencida debido a los bajos rendimientos.
La situación en el ingenio Beta San Miguel refleja un desafío significativo para la industria azucarera local. La combinación de sequía, escasez de mano de obra y plagas ha creado un entorno complicado para los productores y trabajadores del sector.
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