Sinaloa, uno de los principales estados agrícolas de México, enfrenta una creciente incertidumbre en el sector, impulsada por el aumento de los costos de producción, la falta de apoyos gubernamentales y una preocupante escasez de agua. La situación está llevando a muchos agricultores a optar por rentar o incluso vender sus tierras, mientras que otros las mantienen ociosas.
El estado cuenta con una superficie agrícola de 1.550 millones de hectáreas, representando el 33.63% del territorio estatal. Estas tierras, reconocidas por su fertilidad natural, son irrigadas a través de 12 presas que facilitan el acceso al agua. Anualmente, Sinaloa produce y exporta alrededor de 1.5 millones de toneladas de hortalizas, consolidándose como un pilar agrícola del país. Aproximadamente 700 mil 163 hectáreas se destinan al cultivo de maíz, frijol, trigo panificable, caña de azúcar y diversas hortalizas. La producción agrícola genera un valor aproximado de 9,993 millones de pesos al año.
No obstante, los desafíos del sector se han agudizado. Según Modesto López Leal, presidente del Movimiento para el Campo Sinaloense (MOCASIN), la falta de agua ha provocado que muchos agricultores prefieran no arriesgarse. “Mucha gente prefiere rentar para no jugársela, porque la agricultura desde hace mucho tiempo es un volado el que nos aventamos, porque realmente lo único que sabemos es cuánto nos va a costar sembrar una hectárea, pero no sabemos cuánto vamos a cosechar ni cuánto va a valer”, afirmó López Leal. En el módulo de Guasave, cerca del 35% de la superficie agrícola se renta, mientras que en otros módulos esta cifra asciende hasta el 80%.
El impacto de la escasez de agua ha sido particularmente severo en la región del Évora. Manuel Gumaro López Cuadras, presidente de la organización de productores independientes de Sinaloa, informó que en la temporada anterior, el 80% de los agricultores en Salvador Alvarado rentaron sus parcelas, y alrededor del 5% quedaron ociosas. Para el ciclo actual, se prevé que un 20% de la superficie no se cubra con ningún cultivo. “La situación en la región del Évora es muy complicada, no hay agua y muchos agricultores están dejando las parcelas”, subrayó López Cuadras.
El mercado de alquiler de tierras también enfrenta problemas. Según López Leal, las rentas por hectárea oscilan entre los 10 y 20 mil pesos, dependiendo de los rendimientos de la parcela. Sin embargo, las condiciones de las tierras han deteriorado el mercado de rentas. “Es algo que se debe cuidar, porque un rentador de 20 mil pesos, sus tierras deben estar en buenas condiciones, pero que también el que renta sepa cuando las tierras no son de veinte”, puntualizó. A medida que las condiciones empeoran, incluso los rentadores se muestran reacios a alquilar tierras que no están en condiciones óptimas para asegurar un rendimiento.
La agricultura en Sinaloa, históricamente conocida como una apuesta riesgosa, enfrenta ahora uno de sus momentos más críticos, poniendo en peligro la continuidad de un sector que es fundamental tanto para la economía estatal como nacional.
De: Meganoticias
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