El reciente ajuste fiscal en la tasa del Impuesto sobre Bienes y Servicios (GST) aplicado a la melaza, que pasó del 28% al 5%, parece no haber sacudido significativamente las arcas de las empresas azucareras, según lo analiza Prashant Biyani, vicepresidente de equity institucional en Elara Capital. El motivo radica en que gran parte de estas compañías se autoabastecen de melaza, ingrediente esencial para la producción de etanol, minimizando así las adquisiciones a terceros. No obstante, el impacto real en el sector varía al compás del nivel de dependencia que cada fabricante tenga respecto a las compras externas.
Contrario a lo que se podría esperar, el mercado ha reflejado un buen desempeño de las acciones de las empresas azucareras. Es el caso de Shree Renuka Sugars Ltd, Balrampur Chini Mills Ltd y Triveni Engineering & Industries Ltd, cuyos valores han escalado notablemente en el último trimestre.
El ambiente de optimismo que parece cernirse sobre el sector azucarero halla su explicación en una serie de factores convergentes. Por un lado, los precios del azúcar en India han tomado un rumbo ascendente, registrando un incremento entre el 5% y el 8%, para situarse en ₹39 por kg en los últimos tres meses, propulsados por la baja en los niveles de inventario y un repunte en la demanda. Por otro, DAM Capital Advisors ha encendido una señal de alarma ante una posible escasez de azúcar si la trituración de la caña se prolonga más allá del 15 de noviembre, lo que, a su vez, alimenta las expectativas de una sostenida alza en los precios.
Más allá de las fronteras, la mirada se posa también en la proyectada producción de azúcar del país y en el espectro de unas exportaciones menguantes o incluso nulas. Con India en el podio de los principales exportadores globales de azúcar, las repercusiones de una reducción en las exportaciones no serían menores sobre los precios internacionales del dulce producto.
En el horizonte se dibuja, además, una política de mezcla de etanol que promete inyectar un nuevo impulso al sector azucarero en el mediano plazo. El incremento en la mezcla de etanol con gasolina ha marcado una ruta de desvío del azúcar hacia el etanol, en consonancia con la meta gubernamental de alcanzar una mezcla de etanol del 20% para el periodo 2025-26. Este viraje ha repercutido favorablemente en las contribuciones de beneficios para los ingenios azucareros.
Adicionalmente, la apertura hacia el etanol a base de granos emerge como una promisoria ventana de crecimiento para las empresas azucareras.
En general, aunque la rebaja del GST en la melaza no haya resonado fuertemente en el sector, el panorama azucarero se tiñe de optimismo, alimentado por la escalada de los precios del azúcar, la política de mezcla de etanol y las nuevas avenidas de crecimiento vislumbradas en el horizonte.
De Zelos por buenas renovables
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