México cuenta con un almacenamiento de gas natural equivalente a solo 2.4 días de consumo, lo que lo deja en una posición vulnerable ante posibles interrupciones en el suministro, advirtieron especialistas consultados por El Financiero.
En contraste, el país depende en gran medida del gas natural importado desde Estados Unidos. En 2024, las importaciones alcanzaron un récord de 6 mil 408 millones de pies cúbicos diarios (MMpcd), mientras que la producción nacional se ubicó en 4 mil 572 MMpcd, el nivel más bajo en los últimos 21 años. De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), más del 60% de la generación eléctrica en México depende de este combustible, lo que agrava la vulnerabilidad energética del país.
“La infraestructura de este combustible es esencial para la seguridad energética mexicana, sin embargo, México no cuenta con almacenamiento de este combustible, situación que nos deja en una posición de vulnerabilidad ante posibles interrupciones en el suministro”, señaló el IMCO en un estudio realizado en conjunto con la Asociación Mexicana de Gas Natural (AMGN). Actualmente, solo existen tres terminales privadas de gas natural licuado en el país, ubicadas en Altamira, Ensenada y Manzanillo.
El dominio de Estados Unidos en el mercado global de gas natural licuado (GNL) ha crecido significativamente en los últimos años. Según BloombergNEF, en un lapso de siete años, ese país pasó de ser un proveedor irrelevante a convertirse en el mayor exportador mundial de GNL, con planes de aumentar su capacidad de producción en un 60% durante la primera mitad de una eventual segunda presidencia de Donald Trump. Para finales de la década, se estima que casi uno de cada tres buques cisterna de GNL tendrá origen estadounidense, lo que fortalecería la posición de ese país en el comercio energético global.
México ha intentado fortalecer su capacidad de almacenamiento de gas natural. En 2018, la Secretaría de Energía estableció la meta de alcanzar cinco días de inventarios para 2026 con base en la demanda proyectada para 2029, lo que requeriría inversiones de entre 428.3 y 2 mil 594 millones de dólares. Sin embargo, este plan no tuvo continuidad.
Pese a contar con importantes reservas de gas natural, el país no ha explotado su potencial debido a que el gas estadounidense es más barato, explicó Eva Ribera, general manager en México de ContourGlobal. “Todos los países necesitan almacenamiento de gas natural para garantizar la seguridad energética nacional, sin embargo, son inversiones que deben ser promovidas por el sector público, no solamente por temor a que nos cierren la llave, sino hasta por condiciones meteorológicas”, indicó.
Por su parte, Sergio Romero, vicepresidente de regulación y asuntos públicos de Sempra Infraestructura, destacó que el intercambio energético entre México y Estados Unidos ha aumentado significativamente, al punto de que México podría convertirse en un hub para la reexportación de gas natural de las cuencas del sur de Texas a Europa o Asia. “Respecto a la política arancelaria del presidente Trump, creo que el tema energético no entra en esta lógica, ya que Estados Unidos es superavitario en energía, exporta más de lo que importa de México, el 70% del gas natural que se consume en el país proviene de allá”, señaló.
Ante este panorama, Juan Acra, presidente del Consejo Mexicano de la Energía (COMENER), consideró que México debe trazar una estrategia para reducir su dependencia del gas estadounidense. “En Francia o Estados Unidos tienen de 60 a 90 días de almacenamiento de gas, y aquí, prácticamente no tenemos, así que debemos relanzar nuestro modelo y reducir las importaciones”, subrayó.
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