En un contexto de tensiones globales y fluctuaciones económicas, el mercado petrolero enfrenta una serie de desafíos cruciales. Los precios del petróleo han experimentado una caída significativa, influenciados principalmente por dos factores: la disminución de la actividad económica en China, el principal importador mundial de crudo, y un aumento inesperado en los inventarios de petróleo de Estados Unidos.
Según la Administración de Información Energética de EE.UU., los inventarios semanales de crudo en el país aumentaron en 1,2 millones de barriles la semana pasada, desafiando las expectativas de los analistas de una reducción de 217.000 barriles. Este incremento sorpresivo en los inventarios coincide con un incremento en la producción de los productores, una respuesta al clima gélido de principios de este mes.
El director de futuros energéticos de Mizuho, Bob Yawger, comentó sobre la situación de las refinerías en Estados Unidos: “Las refinerías no tendrán prisa por volver a niveles superiores al 90%”. Las refinerías estadounidenses están saliendo de los recortes de producción impulsados por el clima frío, con las tasas de utilización de refinerías cayendo 2,6 puntos porcentuales en la semana hasta el 82,9%, según la EIA.
En el mercado global, los futuros del crudo Brent y el crudo US West Texas Intermediate reflejaron esta tendencia a la baja. Los futuros del crudo Brent para marzo, que vencieron el miércoles, cayeron 1,13 dólares, o alrededor de un 1,4%, situándose en 81,74 dólares el barril. De manera similar, los futuros del crudo US West Texas Intermediate perdieron 1,95 dólares, aproximadamente un 2,5%, ubicándose en 75,87 dólares.
La economía china, la segunda más grande del mundo, también muestra signos de contracción. La actividad manufacturera en China se contrajo por cuarto mes consecutivo en enero, una tendencia que complica aún más el panorama para el mercado petrolero. “Los datos de las fábricas confirman nuestra opinión de que China, al menos por ahora, es un impedimento para el crecimiento de la demanda mundial de petróleo”, afirmó Tamas Varga, del corredor petrolero PVM.
A nivel geopolítico, el conflicto en el Mar Rojo entre Estados Unidos y militantes hutíes alineados con Irán, derivado de la guerra entre Israel y Hamas, ha perturbado el transporte marítimo de petroleros y gas natural. Esta situación ha comenzado a afectar los suministros de petróleo, aunque una encuesta de Reuters sugiere que una producción récord en Occidente y un lento crecimiento económico mantendrán los precios bajo control.
Tony Sicomoro, analista de mercado de IG, advierte sobre la volatilidad del mercado: “El principal problema de volverse abiertamente alcista respecto del petróleo crudo aquí es que el panorama técnico sigue siendo bajista y aún no se ha puesto al día con los acontecimientos recientes”. Además, el grupo hutí de Yemen ha intensificado la situación al declarar que mantendrá los ataques contra buques de guerra estadounidenses y británicos en el Mar Rojo.
Por otro lado, la producción de petróleo de la OPEP en enero registró una caída significativa, la mayor desde julio, debido a nuevos recortes voluntarios de producción y disturbios que frenaron la producción libia. La OPEP bombeó 26,33 millones de barriles por día, 410.000 barriles menos que en diciembre.
Finalmente, en Estados Unidos, las autoridades mantienen las tasas de interés sin cambios, con pocas probabilidades de un recorte antes de junio, dada la continua fortaleza del gasto de los hogares y la incertidumbre sobre las perspectivas económicas. Mientras tanto, la producción de crudo en EE.UU. en noviembre aumentó un 0,6% a un récord mensual de 13,31 millones de barriles por día, lo que indica una dinámica compleja en el mercado global de petróleo.
De: Agencia de Noticias Reuters
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