En un reciente informe mensual, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha reafirmado su visión optimista sobre el futuro de la demanda mundial de petróleo, manteniendo sus pronósticos de crecimiento sin cambios para 2024 y 2025, mientras ajusta al alza sus expectativas de crecimiento económico global.
Según la OPEP, se anticipa que la demanda mundial de petróleo aumente en 2,25 millones de barriles por día (bpd) en 2024 y en 1,85 millones de bpd en 2025, cifras que subrayan una continuidad en la tendencia de recuperación del sector.
Adicionalmente, la organización elevó su pronóstico de crecimiento económico para 2024 en 0,1 puntos porcentuales, reflejando una mejora en las perspectivas económicas globales. “Si bien persisten algunos riesgos a la baja, una continuación del impulso esperado desde principios de año podría generar un potencial alcista adicional para el crecimiento económico mundial en 2024”, expresó la OPEP.
Esta revisión al alza es indicativa de un mayor optimismo en cuanto a la robustez de la economía mundial, especialmente considerando las dinámicas sólidas esperadas hacia finales de 2023 y extendiéndose hasta la primera mitad de 2024.
La organización también destacó que las trayectorias de crecimiento en países clave como India, China y Estados Unidos podrían superar las expectativas actuales, lo que tendría implicaciones positivas para la demanda de petróleo. Esta visión optimista sobre el crecimiento económico y la demanda de petróleo contrasta con la postura más cautelosa de la Agencia Internacional de Energía (AIE), marcando la brecha más significativa en sus pronósticos en al menos 16 años.
A pesar de las preocupaciones por la persistencia de altas tasas de interés y los conflictos en Oriente Medio, los fundamentos del mercado petrolero se han fortalecido, como lo demuestra el incremento en los precios del petróleo. El crudo Brent se cotizaba a alrededor de 82 dólares el barril, apoyado por tensiones geopolíticas y una demanda robusta.
En términos de producción, la OPEP reportó un aumento de 203.000 bpd en febrero, alcanzando los 26,57 millones de bpd, liderado por incrementos en Nigeria y Libia. Este aumento se produce a pesar de los recortes de producción voluntarios por parte de la alianza OPEP+, que busca equilibrar el mercado y sostener los precios.
Mirando hacia el futuro, la OPEP proyecta un crecimiento económico mundial del 2,8% en 2024, con la expectativa de una continua disminución de la inflación. Para 2025, el pronóstico se mantiene estable en un 2,9%, sugiriendo un panorama económico global positivo en el mediano plazo. Estas proyecciones se basan en la premisa de que los acontecimientos políticos y geopolíticos no impactarán significativamente el impulso del crecimiento.
La discrepancia en las visiones de la OPEP y la AIE sobre la demanda futura de petróleo refleja diferencias fundamentales en sus expectativas a largo plazo, especialmente en lo que respecta a la transición hacia energías más limpias. Mientras la OPEP anticipa un aumento continuo en el uso de petróleo durante las próximas dos décadas, la AIE proyecta que la demanda alcanzará su punto máximo en 2030.
Este informe de la OPEP subraya la importancia de monitorear las tendencias económicas globales y los desarrollos geopolíticos, ya que ambos factores juegan un papel crucial en la dinámica del mercado petrolero. Con actualizaciones previstas por parte de la AIE, el panorama de la energía global continúa evolucionando, reflejando la complejidad de equilibrar las necesidades energéticas, las preocupaciones ambientales y el crecimiento económico.
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