• jue. Nov 21st, 2024

La Niña: Incertidumbre y nuevas proyecciones climáticas para el próximo verano

Desde hace meses, se ha hablado sobre la llegada de La Niña a partir del invierno, con proyecciones iniciales que sugerían un fenómeno complicado y difícil de manejar. Sin embargo, las entidades dedicadas a la climatología en Estados Unidos, Europa y Australia no coinciden completamente en sus apreciaciones sobre este punto crucial.

Recientemente, la empresa WXRISK Grain Weather, especializada en meteorología agrícola y con sede en Virginia, Estados Unidos, ha sembrado dudas sobre el futuro del fenómeno climático. Según sus análisis, el último corrimiento del modelo europeo en los primeros días de este mes para la región ENOS 3.4, una zona crítica para determinar las condiciones de La Niña en el Pacífico ecuatorial, presenta cambios significativos respecto a las proyecciones de mayo.

Mientras los corrimientos de mayo habían señalado un escenario ligeramente más frío que el proyectado en abril, se sospechaba que el corrimiento de junio seguiría esta tendencia. No obstante, la nueva versión del modelo climático europeo del 5 de junio muestra un panorama aún más frágil y menos favorable para el desarrollo de La Niña, incluso en su forma más débil. “El corrimiento de mayo planteaba una Niña asomando la cabeza a partir de noviembre, el de junio indicaría que no tendremos Niña por este año al menos”, afirman los expertos de WXRISK.

A esto se suma la opinión de la meteoróloga brasileña Paola Bueno, quien el mes pasado advertía que el impacto de La Niña podría ser mucho menos intenso de lo calculado inicialmente y que sus efectos empezarían a sentirse hacia finales de año o comienzos de 2025. “Anteriormente, muchos modelos ubicaban una Niña fuerte en la segunda mitad de 2024; sin embargo, con cada actualización, hemos observado que los modelos han reducido la intensidad del evento”, señala Bueno.

La mayoría de los modelos climáticos recientes han disminuido significativamente el desarrollo e intensidad de La Niña. Por ejemplo, el modelo CFSv2 del 6 de mayo muestra un pronóstico menos impactante respecto a las temperaturas en la región del Niño 3.4, sugiriendo una Niña de intensidad débil a moderada.

El impacto de La Niña en los cultivos, particularmente en el maíz, es considerable, dado su efecto en la secuencia de lluvias. Si las proyecciones actuales se confirman, la estrategia de los productores argentinos podría cambiar radicalmente, tornándose menos defensiva. En Estados Unidos, un ENOS neutral durante todo el verano reduciría significativamente las posibilidades de condiciones cálidas y secas en el Medio Oeste, las Llanuras Orientales y el Delta, aumentando las chances de un invierno normal en el centro y este del país en 2024/25.

Las proyecciones de precipitaciones del nuevo modelo climático europeo para las principales zonas cerealeras de Estados Unidos son más optimistas, indicando áreas de precipitaciones normales o superiores a lo normal en el corazón del Medio Oeste y las Planicies del norte para junio, julio y agosto. Esto es crucial para los mercados agrícolas.

En cuanto a otras regiones del mundo, si se concretan estas proyecciones, Australia y la India no deberían esperar lluvias en abundancia, al igual que las regiones productoras de palma en el sudeste asiático.

“En el caso de que el modelo europeo acierte y resulte que no habrá una Niña en el verano-otoño de Estados Unidos (nuestro invierno-primavera) y el pronóstico de consenso que nos trajo hasta aquí resulte incorrecto, tenga en cuenta que equivocarse en ciencia no es un defecto per se y no obedece a conspiración alguna”, concluyen los especialistas de WXRISK.

De: Infobae

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