Al comenzar el 2024, la economía mexicana enfrenta un panorama de retos y oportunidades, reflejando un modesto avance en enero después de un período de contracciones mensuales al cierre del 2023, según los datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). El Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) sugiere una leve recuperación, con una variación de 0.1% en comparación con diciembre, anticipando una posible inflexión en la tendencia económica del país.
Julio Santaella, expresidente del Inegi, destaca a través de redes sociales que, de confirmarse estas cifras, “la economía mexicana habría registrado descensos mensuales consecutivos en cada uno de los tres meses del último trimestre del 2023. Es una muy leve recuperación en el primer mes de 2024”. Esta observación subraya la delicada posición en la que se encuentra la economía, buscando retomar el impulso después de un periodo desafiante.
A pesar de este arranque titubeante, el IOAE también apunta a un crecimiento anual de 2.2% a principios de año, cifra que, aunque prometedora, se sitúa por debajo del crecimiento preliminar de 3.1% registrado en 2023. Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, advierte: “si el crecimiento estimado de enero de 2.2% se materializa, y seguimos viendo crecimientos bajos para febrero y marzo, la expectativa para todo el año sería revisada a la baja”. Esta perspectiva recalca la importancia de los resultados económicos de los primeros meses para las proyecciones anuales.
En el corazón de este análisis se encuentran las actividades secundarias y terciarias, pilares de la economía mexicana. Las actividades secundarias, que abarcan las industrias, esperan una expansión mensual de 0.2%, aunque esta proyección no compensa completamente la caída de 0.7% observada en diciembre de 2023. Por otro lado, las actividades terciarias, relacionadas con los servicios, presentan un avance aún más modesto de 0.1% mensual. Estos sectores, que juntos componen la mayoría del PIB mexicano, son cruciales para entender la dinámica económica del país.
Mirando hacia el futuro, las expectativas de crecimiento varían. Mientras que las instituciones financieras anticipan una tasa de crecimiento alrededor del 2%, el gobierno federal es más optimista, esperando un crecimiento entre 2.5 y 3.5%. Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda y Crédito Público, asegura que “para el 2024, la fortaleza económica de México continuará. Esperamos un crecimiento entre 2.5 y 3.5%, superando por cuarto año consecutivo el promedio histórico del país”. Este optimismo se apoya en la esperanza de que el consumo interno y las inversiones derivadas del nearshoring impulsen la economía.
En este contexto, el inicio del 2024 representa un momento crucial para la economía mexicana, que busca superar las adversidades del año anterior y retomar una senda de crecimiento sostenido. Con el panorama actual, el equilibrio entre cautela y optimismo define las expectativas para el resto del año, marcando un periodo de observación y ajuste estratégico para asegurar la resiliencia y el progreso económico del país.
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