La economía mexicana enfrenta un panorama sombrío este año. Aunque el crecimiento continúa, la desaceleración es más profunda de lo esperado. Los especialistas han reducido sus pronósticos de crecimiento para 2024, y ni el incremento en el gasto gubernamental ni las campañas electorales han sido suficientes para mantener el ímpetu económico.
Esta semana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo por segunda ocasión su perspectiva de crecimiento para México, situándola en 2.2% para finales de año. Firmas de análisis y fondos de inversión han hecho lo mismo, alejándose del pronóstico gubernamental de 2.5%. Esto contrasta con el alza de 3.2% registrada en 2023. La producción manufacturera y el consumo han caído, mientras que la creación de nuevos empleos formales se ha frenado. Además, se espera que la debilidad de la economía estadounidense y el proceso electoral en ese país agraven los factores negativos para México en la segunda mitad del año.
Janneth Quiroz, directora de Análisis de Monex, comentó: “Había grandes expectativas de que el crecimiento de este año se vería muy beneficiado por el comportamiento de la primera mitad, considerando que se aprobó un incremento al gasto del Gobierno. Además, tuvimos un proceso electoral muy grande en junio y se esperaba que el gasto de las campañas impulsara el consumo privado… ese repunte no ocurrió”.
Según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), el Producto Interno Bruto (PIB) subió 1.9% en el primer trimestre del año, en comparación con el mismo periodo de 2023. Esta cifra representa la sexta ralentización trimestral consecutiva. Quiroz y su equipo de analistas se sorprendieron, ya que esperaban que la actividad más fuerte de este año ocurriera en la primera mitad. “Nos dimos cuenta que la economía no siguió esa inercia que traía desde 2022 y la primera mitad de 2023. Creo que una vez que alcanzó su tamaño prepandemia, pensamos que ya estábamos hablando de un crecimiento más sostenido y posiblemente seguíamos hablando de una recuperación”, añadió.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que en junio el empleo formal tuvo un crecimiento interanual de 2%, aunque registró una caída de 0.2% respecto al mes anterior. David Cervantes, economista de BBVA, señaló en un reporte: “Con este dato se confirma nuestra expectativa de que el empleo formal continuaría desacelerándose. Aunque esperamos que el empleo recupere algo de fuerza durante el tercer trimestre del año, seguimos pensando que continuará mostrando un ritmo de crecimiento más moderado en comparación con el año anterior. Esto se debe a que prevalece un escenario de menor crecimiento económico respecto a años anteriores”.
El consumo ha caído significativamente en lo que va del año. Un estimado preliminar del Inegi para junio apunta a una caída mensual, posiblemente explicada por el incremento en los precios de las frutas y verduras. La inflación general llegó a 4.98% el mes pasado, su mayor pico en años, y algunos alimentos han subido de precio hasta un 130%, lo que ha obligado a muchos mexicanos a ajustar sus hábitos de compra.
El mal clima está detrás del incremento en los precios. El banco central reconoció en su última junta de política monetaria que la sequía histórica de este año redujo la producción agrícola, lo que elevó los precios. Según Monex, los precios de las frutas y verduras llevan siete meses creciendo a tasas de dos dígitos y las lluvias intensas e inundaciones podrían provocar un nuevo choque de oferta.
En la segunda mitad del año, la atención se centra en el sector externo. La desaceleración de la economía estadounidense, principal socio comercial de México, sugiere una disminución en la demanda de bienes mexicanos, reflejada en la caída de 1.5% en la manufactura registrada en abril.
Las emergentes barreras comerciales entre EE. UU. y China han generado expectativas de que las empresas se relocalicen a México, beneficiando la economía. Sin embargo, los inversionistas están en modo de espera. Quiroz indicó que la retórica anti-México del candidato puntero, Donald Trump, genera dudas sobre la relación comercial y que los resultados electorales serán cruciales. “Nuestra elección y la de EE. UU. indudablemente añadieron incertidumbre para la toma de decisiones”, concluyó.
De: El País
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