En la víspera de un anuncio crucial sobre la inflación en Estados Unidos, previsto para este martes, los mercados financieros muestran una tendencia a la baja, marcando un preludio tenso a lo que podría ser un punto de inflexión en la economía. Los analistas han estado en vilo, anticipando que la inflación de enero podría descender por debajo del umbral del 3.0%, con expectativas de que los precios se sitúen en el 2.9%, descendiendo desde el 3.4% de diciembre. Este dato, si se confirma, representaría un hito significativo en la lucha contra la inflación, aunque la tasa subyacente se espera que sea más moderada, situándose en el 3.7% frente al 3.9% del periodo anterior.
En este contexto de anticipación, el peso mexicano experimenta una leve presión frente al dólar, fluctuando entre las 17.0744 y las 17.0512 unidades por dólar en diferentes momentos de la jornada. Esta situación refleja la cautela de los inversores ante los próximos datos económicos.
El dólar, por su parte, registra una apreciación marginal del 0.7%, cotizando a 104.067 unidades según el índice que mide su desempeño frente a una cesta de seis monedas internacionales. Este movimiento sugiere una búsqueda de refugio por parte de los inversores en la divisa estadounidense.
En el ámbito bursátil, tras una serie de sesiones caracterizadas por la falta de catalizadores significativos y una especie de hibernación de la renta variable, Wall Street enfrenta una apertura negativa. Sin embargo, esto no frena el optimismo que ha prevalecido en el mercado, reflejado en el alcance de máximos históricos por parte del índice S&P 500, que ha superado por primera vez los 5,000 puntos. Este hito resalta la confianza de los inversores en el proceso de ‘desinflación’ anhelado, aunque la jornada actual muestra una pausa en esta tendencia alcista.
El mercado de deuda también está pendiente de nuevas señales sobre la inflación, con la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años rondando el 4.2%. Esta cifra es un termómetro clave de las expectativas de inflación y el apetito por el riesgo entre los inversores.
Por último, el mercado del petróleo inicia la semana con una moderación en sus recientes alzas. El barril de Brent retrocede a 81.65 dólares, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) se ubica en 76.47 dólares, marcando descensos del 0.68 y 0.48 por ciento, respectivamente. Este cambio de dirección pone fin a una semana previa de ganancias significativas, donde el Brent se disparó un 5.0%, evidenciando la volatilidad inherente a los mercados de materias primas.
En este panorama, la expectativa en torno a los próximos datos de inflación en Estados Unidos marca el pulso de los mercados globales, en un momento donde inversores y analistas buscan señales claras sobre la dirección futura de la economía mundial.
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