La zafra azucarera 2024-2025 inició con expectativas de reactivación económica y avances tecnológicos significativos en los ingenios azucareros del país. En San Juan Bautista Tuxtepec, Oaxaca, el Ingenio Adolfo López Mateos tiene como meta una molienda de un millón 450 mil toneladas de caña, mientras que el Ingenio Emiliano Zapata, en Morelos, destaca por sus esfuerzos en sostenibilidad y modernización de procesos. Ambos casos reflejan el impacto social, económico y ambiental que esta industria tiene en sus comunidades.
En Oaxaca, el inicio de la zafra ha generado un ambiente de dinamismo económico en la cuenca del Papaloapan. Según El Piñeiro, la actividad beneficia a productores, empleados, prestadores de servicios, así como al comercio formal e informal, quienes incrementan sus ingresos durante esta temporada. Los cortadores de caña, provenientes de la región y otras localidades, ya se encuentran abasteciendo al ingenio. Además, los productores han recibido el remanente de la zafra anterior y esperan su anticipo navideño, un apoyo que, de acuerdo con la publicación, permitirá solventar los gastos decembrinos y dinamizar la economía local.
El Ingenio Adolfo López Mateos, comprometido con su visión de “endulzar su entorno de manera sostenible aportando energía y felicidad”, trabaja en conjunto con las comunidades para mantener la calidad de su azúcar y promover el bienestar ambiental, según destacó el medio.
Por su parte, el Ingenio Emiliano Zapata en Morelos ha destacado por sus esfuerzos en sostenibilidad al eliminar el uso de combustibles fósiles en sus operaciones desde hace más de una década. Según El Sol de Cuernavaca, el ingenio ha implementado un sistema de ciclo cerrado que utiliza biomasa de caña y otros materiales para generar energía, logrando abastecer tanto sus necesidades internas como las de la iglesia de Santiago Apóstol en la cabecera municipal.
De cara a la nueva zafra, este ingenio realizó inversiones estratégicas, como la adquisición de básculas cañeras para garantizar la precisión en el peso de la caña entregada por los productores, la construcción de un nuevo tacho para procesar materiales con mayor eficiencia energética y la implementación de tecnología avanzada para optimizar el uso y reutilización del agua. Estas medidas, además de cumplir con normativas ambientales, han reducido los niveles de contaminación que previamente generaban descontento en la población local, según declaraciones del gerente general del corporativo.
Ambos ingenios reflejan el compromiso de la industria azucarera con la sostenibilidad, la innovación tecnológica y el impulso económico de sus regiones, marcando un inicio prometedor para la zafra 2024-2025.
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