José Orive, director ejecutivo del Consejo de la Organización Internacional del Azúcar (OIA) explica en entrevista las condiciones del mercado mundial del azúcar, las proyecciones trimestrales de mercado elaboradas por OIA, y qué puede aprovechar Guatemala.
¿Cuál es la situación actual del mercado del azúcar y cómo se vio impactado por la pandemia?
Actualmente hay una merma en producción y una merma en consumo.
El mercado se caracteriza por una baja en producción que no obedece necesariamente a la pandemia sino más bien a factores climáticos. Brasil está atravesando una de las peores sequías en su historia, se dice que la peor en los últimos 100 años, y en Tailandia también ha mermado su rendimiento y producción. Por ende estamos enfrentando un mercado que para bien de Guatemala y de los países exportadores, sostiene un nivel de precios bastante atractivo, estimamos que va a continuar esa tendencia.
La producción no se vio afectada durante la pandemia en casi ningún país del mundo porque el azúcar, igual que muchos sectores agros, fueron determinados como esenciales.
El consumo sí fue afectado por la pandemia de forma fuerte en el consumo industrial y el masivo de alimentos. El cierre de la industria y del sector de alojamiento, hoteles, cruceros, viajes, turismo, eventos tuvo un impacto fuerte. Conforme la situación se estabiliza el consumo se normaliza.
En términos de la cadena de abastecimiento se enfrentaron un par de túmulos al principio, pero rápido se normalizaron. Los problemas en estas áreas fueron comunes en otros productos, cultivos y alimentos.
En cifras
Según la más reciente perspectiva trimestral del mercado emitida por la entidad en mayo del 2021, el déficit del período 2020-2021 se reduce a 3 mil 142 millones de toneladas desde los 4 millones 782 millones de toneladas que se situaba en febrero. A medio plazo se apunta a un déficit de 2 mil 674 millones de toneladas en 2021-2022.
Y también se hizo una revisión a la baja del consumo del 2020-2021 de 1 mil 445 millones de toneladas, luego de los ajustes por el covid-19 y los viajes vacacionales, hasta los 172 mil 377 millones de toneladas, desde los 173 mil 822 millones de toneladas de febrero.
La producción mundial 2020-2021 sería de 169 mil 235 millones de toneladas, superior en 195 mil toneladas a la de febrero, pero aún es 1 mil 921 millones de toneladas inferior a la de la pasada temporada y la tercera caída anual.
¿El aumento de fletes ha afectado también al sector azucarero?
Ha afectado a todos los productos. No solo ha sido aumento, sino que en muchos casos las empresas navieras han ofrecido descuentos con tal de recuperar volumen de carga que perdieron durante la pandemia.
En Guatemala lo que nos destaca del resto es que Expogranel, creada con inversión de sector en el Puerto Quetzal, es la terminal más eficiente del mundo en términos de capacidad de carga por hora, en capacidad de almacenaje y rendimiento en el mundo.
El sector del azúcar mantiene evaluación de estas cifras y en el caso de Guatemala cargan más de 2 mil 140 toneladas por hora. Para darle una idea, en el Puerto de Santos en Brasil, que es un monstruo, con suerte pasan de 500. En el caso de esos países sí se dio un efecto de bola de nieve que la limitación de fletes, sumado al aumento del costo y a la lentitud de la infraestructura de carga con mucho producto acumulado, sí los ahorcó y tuvieron que pagar penalidades por desembarques tardíos y otros temas.
¿Qué se prevé para la producción y consumo de azúcar el presente semestre y para el próximo año?
El aspecto que quizá sea el que más resalte en los próximos meses va a ser el de sostenibilidad y de buenas prácticas con lo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 26), sobre cambio climático y medio ambiente.
La tendencia macro es que va a haber una merma en producción y un crecimiento de consumo menor del proyectado.
En el caso de producción se deriva del tema climático la mayoría de este comportamiento. La sequía de Brasil y Tailandia ya no es temporal. En Brasil ya se está hablando de entre cinco millones y 10 millones de toneladas menos de azúcar, y ese es un estimado inicial que todavía no toma en cuenta la cantidad de caña que ellos opten por destinar para fabricar etanol.
En el consumo sigue siendo la recuperación de la pandemia, en países industrializados la guerra contra el azúcar continúa a pesar de que cada día se cuenta con mayor evidencia que destroza por completo cualquier enlace directo de obesidad y consumo de azúcar, al contario se tienen cifras de países evaluadas desde los años de 1990 donde el índice de obesidad va la curva para arriba y el consumo de azúcar para abajo.
Según datos del Banguat el azúcar sigue entre los principales productos de exportación, pero a mayo del 2021 está en 13% abajo del monto en dólares y 21% abajo en volumen con respecto al 2020 ¿Cómo le ha impactado a Guatemala ese cambio en la producción y la demanda de consumo?
Esto se debe en su mayoría a limitaciones de índole logística y de volumen en los mercados destino. Mucha gente, al inicio de la pandemia se aprovisionó masivamente de azúcar y ahora dejaron de comprar, por eso creo que se ve la merma de volumen en el mercado mundial y no solo Estados Unidos o Europa.
Esperaríamos que la situación se vaya normalizando y que nuevamente los volúmenes crezcan a lo que deben ser, y que gracias a los niveles de precios que han estado perdurando se tenga un mayor rédito para el país y el ingreso vuelva a subir.
¿Cuándo podría reflejarse una mejora en esos dos aspectos?
Es difícil decirlo, creería que para la siguiente zafra, posiblemente dentro del primer semestre del 2022 se empiecen a ver mejores resultados y los volúmenes se restauren, pero es muy difícil decirlo porque es terreno virgen, los países han tomado la palabra, todo el mundo quiere abrir y normalizar sus actividades pero viene una variante del covid-19 más agresiva o una tercera ola, o la gente se descuida como está ocurriendo en muchos países que ya creen que viva la fiesta y después van a sufrir las consecuencias.
Es muy difícil vaticinar, todo lo que hemos sacado durante la pandemia se ha hecho a título de proyección y con lenguaje muy claro haciendo la salvedad de que existen demasiadas pelotas en el aire, y el que pretenda decirle que las tiene todas claras también que le diga que Guatemala va a ir a mundial y a golear 5 a 0 a Brasil en la final.
¿La merma en la producción de Brasil y Tailandia como puede ser aprovechada por Guatemala?
La mayor apertura para el beneficio de Guatemala va a ser en el mercado internacional para sus exportaciones, y creo que se irá manifestando para la siguiente zafra.
En este momento ya están fuera de zafra. Como el mercado se mueve a futuros para estos meses ya casi todo el azúcar de la zafra anterior fue vendida, incluso ya hay ingenios que están colocando la producción siguiente en las casillas según la Bolsa de Nueva York.
Siento que en este momento los precios están a un buen nivel y esperamos que se mantengan, y cuando Guatemala tenga más azúcar empezando producción zafra en noviembre pueda aprovechar esa curva de precios para arriba.
Creo que sí vamos a tener un buen chance por la merma de producción, pero nuevamente con esta incertidumbre del covid-19 no sabe uno si el consumo de repente se va a caer si deciden cerrar otra vez los hoteles, las aerolíneas, los cruceros, se le viene el consumo para debajo de nuevo. Hubo un aumento en consumo doméstico, eso ha sido muy interesante, pero la caída en el consumo industrial difícilmente lo compensan las ventas a hogares.
¿Guatemala ha tenido también una merma en la producción por condiciones climáticas o cuál es la condición del país en este caso?
Las condiciones climáticas, la inestabilidad de la lluvia, tuvimos lluvias tardías fuertísimas y el hecho que también hemos tenido períodos de sequía ha impactado la producción. Se puede ver que no solo es el volumen sino en muchos casos los rendimientos han sido afectados por los factores climatológicos.
¿Respecto a acciones mundiales para el sector qué medidas se impulsan?
Entramos en un proceso de reforma del Acuerdo Internacional del Azúcar de 1992 (AIA -1992), donde la fórmula para calcular los votos y por ende las cuotas o contribuciones están siendo adecuadas al mundo del azúcar de hoy. Hasta este año se estuvo funcionando con el esquema del azúcar de 1992, con países como los de Europa con una cuota grande y países como Brasil e India pequeños con pocos votos y pocos pagos, esto se reformó y se consensuó durante los últimos dos o tres años.
También se ha ampliado el texto del acuerdo para incluir el trabajo que se hace en materia de etanol y otros biocombustibles, de bioplásticos, de derivados del azúcar, acerca de cómo y que la organización ayude, coopere y provea insumos.
¿En el caso de etanol cuál es la idea que manejan y a qué plazos?
El 35% de nuestro trabajo ya es sobre biocombustibles y etanol, mayormente impulsado por el auge en la fabricación de etanol basado en caña de azúcar en países como Brasil y la India que va detrás con una política de biocombustible limpio que va poco a poco.
Brasil es el mayor exportador y mucho del precio mundial que enfrentan las exportaciones de Guatemala es mayormente determinado por la decisión de los brasileños de fabricar etanol o azúcar. Eso va en función de precio y rédito, cuando el petróleo está alto el etanol se vuelve mucho más atractivo y se fabrica más, cuando la OPEP por sus decisiones se trae para abajo el precio del petróleo ahí se convierte en más hacia la baja.
¿En etanol qué oportunidad tiene Guatemala?
Es buen productor y reconocido como tal. La clave para cualquier país, Guatemala incluido, es que se instaure legalmente el mandato de la mezcla. El etanol, salvo países como Brasil, que embarcaron una sustitución completa hace mucho tiempo, lo que se hace es mezclarlo con la gasolina y le reduce las emisiones casi a cero.
En el caso de Guatemala sería de que se implemente el mandato a nivel que se estime mejor para el país, se adopte el reglamento que acompaña la ley, porque la ley existe, pero el reglamento tiene mucho camino que mejorar, y que empiece una concientización de la gente de que cuando vaya a la gasolinera de que está echando etanol sobre la reducción de las emisiones.