Las importaciones totales de América Latina continuaron cayendo en el primer trimestre de 2024, registrando una disminución del 2.1% interanual, aunque a un ritmo menor comparado con la contracción del 6.3% observada en 2023, según un nuevo informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En contraste, el valor de las exportaciones de bienes de la región se expandió a una tasa interanual de 1.3% en el primer trimestre de 2024, revirtiendo la tendencia a la baja del año anterior, cuando se había registrado una caída del 1.3%. Este impulso fue impulsado principalmente por el incremento en los volúmenes exportados por Sudamérica, de acuerdo con la última actualización de Estimaciones de las tendencias comerciales de América Latina y el Caribe.
Paolo Giordano, economista principal del Sector de Integración y Comercio del BID y coordinador del informe, señaló que “las perspectivas han mejorado notablemente”. Añadió que “de cara al futuro, el balance de los riesgos para el desempeño comercial de la región aparece neutral, aunque el pronóstico apunta a un sendero de crecimiento moderado y un nivel de incertidumbre elevado”.
La evolución del desempeño exportador varió a nivel subregional. Sudamérica registró un aumento estimado del 1.9% interanual en el primer trimestre de 2024, tras haber caído un 4.5% en promedio en 2023. A pesar de la caída en las cotizaciones de los productos básicos, los volúmenes despachados aumentaron significativamente, lo que impulsó las exportaciones de esta subregión.
En Mesoamérica, las exportaciones experimentaron una desaceleración, con un incremento estimado del 0.7% interanual en el primer trimestre de 2024, tras crecer un 2.3% en promedio en 2023. México reportó un incremento del 1.7% interanual en sus ventas externas, mientras que los envíos de Centroamérica se contrajeron en un 7.1%.
El informe también destacó que los precios de los principales productos básicos exportados por la región mostraron un aumento en la volatilidad y presentaron tendencias divergentes según el producto. Aunque los precios se encuentran en valores históricamente altos, se anticipa que seguirán una tendencia bajista en los próximos trimestres, aunque con una menor intensidad comparada con la observada en el último año.
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