En un informe reciente, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ha comunicado que durante el mes de noviembre, los precios mundiales de los alimentos se mantuvieron en gran medida estables. De acuerdo al índice de precios de los alimentos de la FAO, que rastrea los precios internacionales de una gama de productos alimenticios comercializados a nivel global, registró un promedio de 120,4 puntos en noviembre, manteniéndose invariable respecto al mes anterior y marcando una disminución del 10,7 % en comparación con noviembre de 2022.
En el sector de los cereales, el índice experimentó una disminución del 3,0 % desde octubre. Esta baja se vio especialmente en los cereales secundarios como el maíz, que disminuyeron un 5,6 %. Los precios del trigo también cayeron un 2,4 % en noviembre. En contraste, los precios de todos los tipos de arroz se mantuvieron estables, aunque con notables diferencias dependiendo del origen y el segmento de mercado.
Paralelamente, el índice de precios de los aceites vegetales reflejó un aumento del 3,4 % desde octubre. El aceite de palma experimentó un aumento significativo de más del 6,0 %, impulsado principalmente por un incremento en las compras de los principales países importadores y una disminución estacional en la producción en los países productores líderes. Mientras tanto, los precios del aceite de girasol subieron moderadamente, y los precios del aceite de soja y el aceite de colza disminuyeron ligeramente.
En lo que respecta a los productos lácteos, el índice mostró un incremento del 2,2 % en comparación con octubre, debido principalmente a una mayor demanda de importaciones de mantequilla y leche desnatada en polvo, particularmente desde el nordeste asiático, y a un incremento de la demanda interna en Europa occidental antes de las vacaciones de invierno.
El índice de precios del azúcar también evidenció un aumento, subiendo un 1,4 % respecto al mes anterior, y situándose un 41,1 % por encima del nivel registrado en el mismo mes del año pasado. Esta alza se atribuye a la creciente preocupación por la disponibilidad de exportaciones mundiales, afectada por las condiciones meteorológicas secas asociadas al fenómeno de El Niño, que han empeorado las perspectivas de producción en India y Tailandia, dos de los principales países exportadores.
Por otro lado, el índice de precios de la carne registró una ligera disminución del 0,4 % desde octubre, reflejando una caída en los precios globales de la carne de aves de corral, de cerdo y de vacuno, principalmente debido a la abundancia de suministros exportables.
La FAO también ha actualizado su pronóstico para las cosechas de cereales de 2023, anticipando una producción mundial de 2.823 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 0,9 % en comparación con el año anterior y supera en 10,3 millones de toneladas el récord anterior de 2021. Este aumento se debe en parte a las revisiones al alza en la producción de trigo en la Federación de Rusia y Türkiye, y de maíz en los Estados Unidos. Sin embargo, las previsiones para la producción de maíz se han reducido para México y la Unión Europea.
Se espera que la utilización total de cereales en el mundo en 2023/24 sea de 2.813 millones de toneladas, lo que supone un aumento del 1,1 % respecto a 2022/23. Además, se anticipa que las reservas mundiales de cereales al cierre de las campañas en 2024, registrarán un aumento del 2,7 %, alcanzando así un nuevo máximo histórico. La relación entre las reservas mundiales de cereales y su utilización en 2023/24 se situaría en el 30,8 %, señalando un nivel de suministro generalmente cómodo.
De Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)
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