La industria azucarera en México se encuentra en una encrucijada, enfrentando una serie de desafíos que amenazan su estabilidad y productividad. Los cambios climáticos severos, caracterizados por una notable disminución en las precipitaciones, junto con la creciente escasez de mano de obra, han puesto en jaque a los productores de caña de azúcar a lo largo del país.
A través de un análisis detallado de las voces de la industria y las cifras recientes, se revela un panorama complejo que exige soluciones innovadoras y adaptativas.
En el estado de Morelos, el emblemático ingenio Emiliano Zapata ubicado en el municipio de Zacatepec, enfrenta dificultades considerables, con solo un 49.5% de avance en la cosecha actual. Al respecto, Alfredo Salazar Ortiz, gerente del ingenio, destacó en una entrevista con News.EsEuro la grave situación climática que ha mermado la producción: “Solo en nuestra zona dejó de caer alrededor del 30% de las lluvias que regularmente promedian 900 milímetros por metro cuadrado cada año”. Esta disminución significativa de lluvias se traduce en una reducción de alrededor de 270 milímetros por metro cuadrado, afectando directamente la producción de caña.
La situación no es menos grave en otras regiones. En la ribera del río Hondo, el arranque de la zafra 2023-2024 se ha visto seriamente comprometido. Según Benjamín Gutiérrez Reyes, dirigente de la Confederación Nacional de Productores Rurales (CNPR) y citado por Cambio 22, la producción ha logrado apenas 500 mil toneladas de una meta de 1.7 millones.
La escasez de mano de obra ha sido un factor crítico: “El que no haya cortadores es un problema serio que ha hecho que haya retrasos en un 60 a un 70% en todos los frentes de corte de la caña de azúcar”, explicó Gutiérrez Reyes. Además, el atractivo de salarios más competitivos en proyectos como el Tren Maya ha desviado la fuerza laboral, exacerbando el déficit de trabajadores en el campo azucarero.
Hemos aumentado la paga de los trabajadores, pero ni así logramos contratar más y aunque es un problema que tenemos cada inicio de zafra, si desde el año pasado ha sido mucho más difícil contratar porque todos se han ido al Tren Maya y ya no quieren regresar al campo, habíamos pensado en varias estrategias pero nos ganó el tiempo y nos confiamos de que al subir el salario habría más respuesta y no fue así desafortunadamente
Benjamín Gutiérrez Reyes, dirigente de la (CNPR)
A pesar de estos desafíos, hay iniciativas que buscan mitigar los efectos negativos mediante prácticas sustentables. En Tamasopo, la Unión Local de Productores de Caña AC de Alianza Popular está liderando esfuerzos para mejorar la gestión de los residuos de cosecha y, por ende, la salud del suelo.
Amanecer Huasteco reporta que bajo la dirección de Luis Roberto Fortanlli Martínez, se promueve la reincorporación del rastrojo a las parcelas como estrategia para reducir el uso de insumos químicos y mejorar la fertilidad del suelo. Esta práctica no solo contribuye a una agricultura más sostenible sino que también optimiza la productividad.
Contrastando con las adversidades enfrentadas por muchos, el Ingenio Alianza Popular reporta avances significativos, con una molienda diaria de 7,345 toneladas de caña y un rendimiento KARBE de 115.497, según datos hasta el 15 de febrero. Esta cifra destaca las posibles vías de éxito a través de la adopción de métodos de cultivo y gestión agrícola más eficientes y respetuosos con el medio ambiente.
También te puede interesar:
Zafra azucarera bajo amenaza: Frentes fríos y lluvias intensas azotarán regiones productoras
La zafra azucarera 2023/24 desvela las grietas de la industria
Al borde del colapso: Crisis hídrica amenaza la producción de caña en Gómez Farías y Xicoténcatl