A pesar de las fluctuaciones en los precios del azúcar, el cultivo de la remolacha sigue siendo una opción rentable para los agricultores, ofreciendo ingresos más estables en comparación con cultivos alternativos. Según Salomé Santos, directora del Área Agrícola de Azucarera, “la gran amenaza que entre todos debemos combatir es la caída de las producciones, motivada por el cambio climático y la ausencia de herramientas para luchar contra el incremento de plagas y enfermedades”.
De acuerdo con Revista Campo, el precio del azúcar ha experimentado una caída significativa en los últimos seis meses, destacando la volatilidad del mercado. Santos enfatiza la importancia de analizar la rentabilidad del cultivo en el contexto de todo el ciclo. “Es por eso que la rentabilidad del cultivo se debe siempre analizar en el ciclo completo, teniendo en cuenta los años de precios altos, como los que hemos tenido durante los últimos dos años, y los años de precios bajos”. Además, aseguró que “el neto es siempre positivo y más atractivo que el que ofrecen otros cultivos alternativos. Aunque estemos en un ciclo bajista del precio del azúcar, la rentabilidad que vamos a ofrecer seguirá siendo interesante para el agricultor”.
Balance de la campaña actual
La campaña de Azucarera ha alcanzado un récord de hectáreas contratadas, con 23,500 distribuidas entre las fábricas de La Bañeza, Toro y Miranda. Iniciada en octubre, se espera que la recolección finalice a finales de abril. “El ritmo de arranques ha sido óptimo, permitiendo a las fábricas operar sin incidencias”, destacó Santos.
Por su parte, Acor informó haber recibido 750 toneladas hasta el momento y proyecta un total de 1.1 millones para el cierre de la campaña. En cuanto a la polarización media, Óscar Olivar, responsable de Servicio Agronómico y de Cultivos de Acor, detalló que se ha registrado un promedio de 16.11 grados, superior a los 15.5 grados obtenidos en la campaña anterior.
Desafíos agronómicos y prohibiciones
Desde el punto de vista agronómico, el cultivo ha mostrado un desempeño razonable pese a una tendencia decreciente en las producciones, atribuida al cambio climático y a la falta de herramientas para combatir plagas y enfermedades. Santos subrayó que “las continuas prohibiciones de principios activos sin soluciones alternativas dejan al cultivo desprotegido. Este hecho es motivo de preocupación en todo el sector azucarero europeo”.
En esta línea, Olivar comentó que “llevamos unos años marcados por una situación sanitaria compleja debido a la continua prohibición de materias activas”. Sin embargo, destacó que Acor ha solicitado al Ministerio de Agricultura usos excepcionales para enfrentar esta problemática, logrando respuestas positivas.
Previsión para la próxima campaña
Aunque aún no se han definido detalles para la próxima campaña, Olivar señaló que esta ha sido histórica para Acor, con un total de 12,150 hectáreas cultivadas. “Esperamos una previsión similar a la del último año, entre 10,000 y 12,000 hectáreas”.
Por su parte, Azucarera tiene como objetivo mantener un alto nivel de retención de superficie. “Las ofertas se ajustarán a las condiciones actuales del mercado y a las características de cada explotación, con una seguridad de ingreso mínimo que minimice la incertidumbre agronómica”, afirmó Santos. Asimismo, aseguró que “nuestro objetivo es que nuestras ofertas sigan resultando atractivas para la mayoría de nuestros agricultores, que consideren a la remolacha como una apuesta estable en la rotación”.
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