La industria cañera enfrenta tiempos turbulentos en la temporada 2023-2024, marcada por desafíos críticos como la escasez de mano de obra y condiciones climáticas adversas. Mientras productores en la Ribera del río Hondo buscan adaptarse tecnificando sus procesos para mantener la producción, otros como el ingenio El Refugio en Cosolapa se ven obligados a un cierre anticipado de sus operaciones.
En una entrevista para Diario Cambio 22, Benjamín Gutiérrez Reyes, presidente de la Confederación Nacional de Productores Rurales (CNPR), ha anunciado medidas intensificadas para promover la producción y cosecha de caña de azúcar de la temporada 2023-2024 en la Ribera del río Hondo, una actividad esencial para sustentar a cientos de familias en la zona.
Ante el desafío constante de la escasez de trabajadores, los agricultores de caña están incorporando tecnologías avanzadas para mantener la eficiencia. “Estamos todos comprometidos con continuar adelante, adaptándonos y cambiando nuestras prácticas agrícolas para enfrentar los retos actuales”, señaló Gutiérrez Reyes.
La dificultad en la contratación de personal ha llevado a los agricultores a mecanizar más sus procesos. “Hemos adquirido maquinaria como cortadoras y alzadoras, e incluso drones para fumigar. Es crucial cerrar la zafra eficazmente para asegurar nuestras utilidades”, explicó.
Históricamente, cada temporada de cosecha requería alrededor de 1,800 trabajadores, pero desde el inicio de las obras del Tren Maya, ha sido desafiante alcanzar esa cifra, incluso con el aumento de los salarios. “Incrementamos los sueldos, pero no hemos logrado atraer a más trabajadores. Aunque enfrentamos este problema cada año, desde el pasado ha sido particularmente complicado, pues muchos optan por trabajar en el Tren Maya y no vuelven al campo”, detalló Gutiérrez Reyes.
A pesar de estos desafíos, la CNPR está centrada en perfeccionar la mecanización para optimizar el corte y la cosecha, con el objetivo de alcanzar 1.66 millones de toneladas de caña, especialmente dado los altos precios históricos del azúcar, que alcanzan los 947 pesos por tonelada debido a la reducida producción nacional.
Por otro lado, Diario Vanguardia de Veracruz reportó que el ingenio El Refugio, en Cosolapa, anunció un cierre prematuro de su ciclo de zafra 2023-2024, casi un mes antes de lo previsto, debido a problemas climáticos y la notable falta de trabajadores, lo que ha complicado el suministro de caña a la planta.
El comunicado oficial, emitido el viernes por la tarde, indicó: “El ciclo de zafra 2023/2024 se ha visto afectado por condiciones climáticas adversas y escasez de mano de obra en campo, lo que ha dificultado el abastecimiento de materia prima y nos ha llevado a concluir la molienda anticipadamente”. Esta decisión impacta directamente las operaciones del ingenio y tiene significativas repercusiones para los productores locales.
Como solución para el excedente de caña, aproximadamente 20 mil toneladas serán trasladadas al ingenio Central Motzorongo en Tezonapa. Originalmente, se había planeado extender las operaciones de molienda en El Refugio debido a la abundancia de caña en los campos, pero estos planes se han visto frustrados por los desafíos emergentes.
Este ajuste en el calendario de producción resalta los crecientes desafíos que enfrenta la industria cañera, especialmente en términos de disponibilidad laboral y condiciones ambientales, factores que siguen afectando la eficiencia y la economía del sector azucarero.
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