La situación hídrica en México se agrava cada día más, con un 79.02 por ciento del territorio afectado por la sequía, según el último reporte del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) mencionado por Excelsior. Este fenómeno ha exacerbado las condiciones de aridez en múltiples regiones, poniendo en riesgo la disponibilidad de agua para millones de personas.
En las últimas quincenas, se ha observado un alarmante incremento en las áreas que enfrentan sequías de niveles críticos. Los estados de Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y Veracruz han pasado a categorías de sequía extrema a excepcional (D3 a D4). Asimismo, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Sinaloa, Durango, Aguascalientes y Michoacán han escalado de severa a extrema (D2 a D3).
El concepto del “Día Cero”, definido como el momento en el que no habrá suficiente agua para cubrir las necesidades básicas de la población, se cierne como una amenaza real sobre México. Expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), como Mario Hernández Hernández del Instituto de Geofísica, advierten que la combinación de sobreexplotación de acuíferos, cambio climático y políticas ineficientes podría precipitar este escenario crítico en áreas específicas del país.
La Ciudad de México y su zona conurbada, por ejemplo, están enfrentando una sequía intensa que ha impedido la recarga adecuada de los sistemas de abastecimiento de agua. Hernández Hernández señala que el hundimiento del terreno, causado por la extracción excesiva de agua subterránea, es un factor que contribuye a esta problemática.
A nivel nacional, diez estados reportan que el 100% de sus municipios experimentan algún grado de sequía: Aguascalientes, Chihuahua, Ciudad de México, Guanajuato, Hidalgo, Estado de México, Morelos, Querétaro, Sinaloa y Sonora. Este panorama desolador se extiende incluso al norte del país, donde ciudades como Tijuana y Monterrey han enfrentado recientemente situaciones críticas por la falta de agua, estando Tijuana particularmente en riesgo de enfrentar un Día Cero debido a la escasez de escurrimientos.
El investigador de la UNAM critica las soluciones de corto plazo que se han implementado hasta ahora y aboga por enfoques más sostenibles y a largo plazo. Resalta la importancia de desarrollar infraestructura adecuada y de cumplir con las normativas que regulan los niveles de contaminantes en el agua.
Mientras tanto, el papel del agua en la agricultura, que consume más del 70% del agua dulce del planeta, junto con los mandatos de la ONU sobre el derecho humano al agua, subrayan la urgencia de adoptar prácticas de uso racional y sostenible.
Esta crisis hídrica demanda una respuesta coordinada y estratégica, que considere tanto la diversidad topográfica y de disponibilidad de agua en México como las necesidades de sus ciudadanos. Con la sequía y el Día Cero acechando, es fundamental que México reconsidere y fortalezca su gestión del agua para prevenir un futuro donde el agua, un recurso esencial, se convierta en un bien escaso.
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