La economía en Calipan ha caído hasta en un 50% debido a la inactividad del ingenio azucarero, según el presidente auxiliar, Juan Blanco Negrete. Esta situación coincide con las declaraciones de líderes sindicales de los obreros en huelga, quienes llevan casi 40 semanas sin recibir salarios ni prestaciones, acumulando un adeudo cercano a los 35 millones de pesos. Además, han perdido el beneficio de la seguridad social, lo que los ha llevado a exigir el pago de sus sueldos pendientes.
La paralización del ingenio ha impactado gravemente en la economía local. Comerciantes han cerrado sus negocios y aquellos que continúan operando reportan una disminución del 50% en sus ingresos. “En años anteriores, el centro de Calipan se llenaba de gente y comercios; diariamente entraban entre 15 y 20 camiones cargados de caña, y la empresa contrataba más personal para la molienda. También llegaban proveedores de insumos, lo que aumentaba el consumo en los comercios y en el mercado”, explicó Blanco Negrete. Sin embargo, ante la crisis, la población ha reducido sus gastos, limitándose a lo básico.
Los productores de caña también se han visto afectados. Cerca de 1,500 agricultores que producen aproximadamente 160,000 toneladas de caña han tenido que buscar alternativas para comercializar su producto. Parte de la producción fue vendida a la Energética Vigo, en San José Axuxco, Miahuatlán, a un precio de 800 pesos por tonelada, menor al esperado. No obstante, los cañeros aceptaron la oferta debido a la cercanía de la empresa, lo que les permite reducir costos de traslado.
De acuerdo con La Jornada de Oriente, otros productores optaron por enviar su caña al ingenio de San Nicolás en Veracruz, donde reciben 900 pesos por tonelada. Sin embargo, el traslado implica un gasto adicional de 600 pesos por cada tonelada, ya que la distancia es de casi 190 kilómetros. Para reducir este costo, el ingenio se comprometió a aportar 150 pesos por tonelada en apoyo al transporte. Los cañeros confían en que el precio final del azúcar, que se fijará a mediados de año, genere un remanente favorable para ellos.
El cierre definitivo del Ingenio de Calipan parece inminente. Ante este escenario, habitantes, autoridades locales y trabajadores han solicitado la intervención del gobierno estatal y federal para evitar la clausura de la planta y mitigar el impacto económico en la comunidad. No obstante, hasta el momento, no se ha anunciado ninguna medida oficial para rescatar el ingenio. La única ayuda gubernamental recibida por los obreros ha sido una unidad móvil de salud, que aceptaron como apoyo emergente debido a la pérdida de la seguridad social.
Los trabajadores en huelga han manifestado su disposición a dialogar con el propietario del ingenio, pero han dejado en claro que no renunciarán a su derecho de recibir el pago de los salarios y prestaciones pendientes. La incertidumbre persiste en Calipan, mientras la comunidad enfrenta uno de los periodos económicos más difíciles de los últimos años.
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