En 2023, el comercio energético entre Estados Unidos y México alcanzó un valor de 66,500 millones de dólares, lo que representó una disminución del 14.52% respecto al año anterior, según datos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés). Esta cifra ajustada por inflación, que comprende el valor total de las importaciones y exportaciones de energía entre ambos países, fue inferior a los 77,800 millones de dólares reportados en 2022.
La caída en el valor del comercio energético se atribuye principalmente a los menores precios de los combustibles, que contrarrestaron el incremento en el volumen del comercio. La EIA destacó que, aunque en 2023 Estados Unidos importó más crudo de México, el precio pagado por barril fue menor en comparación con el año anterior.
El volumen de petróleo mexicano importado por Estados Unidos promedió 733,000 barriles diarios, lo que supuso un aumento del 15% respecto a 2022. Sin embargo, el valor de estas importaciones se redujo en un 4% debido a la disminución de los precios internacionales del petróleo. El precio promedio del crudo Brent se situó en 82.41 dólares por barril en 2023, un 18.35% menos que los 100.94 dólares por barril de 2022. Asimismo, el precio del barril de la mezcla mexicana promedió 70.98 dólares, lo que representó una caída del 20.24% respecto a los 89.24 dólares del año anterior.
En el ámbito de los productos derivados, México se consolidó como el principal mercado de exportación para Estados Unidos. En 2023, las ventas de petróleo a su vecino del norte constituyeron el 81% de todas las transacciones energéticas de México. Estados Unidos no exportó crudo a México durante el año pasado, pero sí una significativa cantidad de productos derivados del petróleo, incluyendo gasolinas, diésel, turbosina y propano.
Pemex y empresas privadas en México adquirieron un promedio de casi 1.2 millones de barriles diarios de estos derivados en 2023. Sin embargo, la cifra reportada por la Secretaría de Energía de México señala que las importaciones de productos como gas licuado, gasolinas, turbosina, diésel, combustóleo, naftas y otros promediaron 1.089 millones de barriles diarios.
El gobierno mexicano está tomando medidas para reducir esta dependencia energética de Estados Unidos, especialmente en el ámbito de las gasolinas y el diésel. Con el inicio de nuevas operaciones, se espera que las importaciones de energéticos estadounidenses disminuyan en los próximos años.
De: La Jornada
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