El Banco de México (Banxico) recortó su estimación de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2025, ubicándola en 0.6% puntual, frente al 1.2% proyectado en noviembre. Este ajuste considera el impacto de la contracción registrada en el último trimestre de 2024, el bajo dinamismo del consumo y la inversión privada en la primera mitad del año, así como la consolidación fiscal prevista.
Bajo este escenario, la economía podría fluctuar entre -0.2% y 1.4%, sin incorporar aún eventuales medidas comerciales de Estados Unidos. “Sería apresurado adelantar conclusiones respecto a estas medidas”, señaló la gobernadora de Banxico, Victoria Rodríguez Ceja, durante la presentación del Informe Trimestral.
El economista jefe para América Latina de XP, Marco Oviedo, advirtió que estas proyecciones implican un riesgo de recesión técnica, con dos trimestres consecutivos de contracción. Su entidad estima un crecimiento de 1% para el próximo año.
Para 2026, Banxico mantiene su previsión de crecimiento en 1.8%, con un intervalo de entre 1% y 2.6%. Rodríguez Ceja destacó que la relocalización de empresas podría acelerar el crecimiento económico, aunque la incertidumbre por eventuales aranceles de Estados Unidos sigue siendo un factor de riesgo.
Pamela Díaz, economista de BNP Paribas en México, afirmó que la inversión privada seguirá afectada por la incertidumbre sobre la política comercial, lo que impactará en la actividad económica durante 2025, con una posible recuperación hasta 2026.
El debilitamiento de la actividad económica contribuirá a reducir las presiones sobre la demanda agregada y la inflación, pero enfatizó que “no debe opacar el importante avance que hemos tenido en el proceso desinflacionario”. Agregó que Banxico seguirá calibrando la política monetaria y podría reducir la tasa de interés en otros 50 puntos base, manteniendo un sesgo restrictivo hasta alcanzar el objetivo de inflación del 3%.
Respecto a la inflación, Rodríguez Ceja explicó que el reto actual es reducirla de los niveles promedio históricos al objetivo del 3%. Recordó que en enero de este año la inflación anual se ubicó en 3.59%, lejos del pico de 8.7% registrado en septiembre de 2022. La inflación subyacente, considerada un mejor indicador, se situó en 3.66%, similar al promedio histórico de 3.65%.
Los subgobernadores de Banxico, Galia Borja, Omar Mejía y Gabriel Cuadra, coincidieron en que la tasa de interés del 9.50% no representa complacencia ante la inflación. Borja señaló que el diferencial con la Reserva Federal de Estados Unidos es de 500 puntos base, en línea con el promedio histórico de 400 puntos. Además, recordó que Banxico inició su ciclo de apretamiento en junio de 2023, mientras que la Fed lo hizo hasta marzo de 2024.
Cuadra enfatizó que Banxico no está cómodo con los niveles actuales de inflación y usó una analogía para ilustrar la situación: “Es como un paciente que estuvo en terapia intensiva por inflaciones elevadas. Ahora ha mejorado, con inflaciones menores al 4% pero aún por encima del 3%, por lo que sigue en tratamiento con una política monetaria restrictiva”.
Mejía destacó que la reducción de 50 puntos base aplicada en febrero y la posibilidad de nuevos recortes mantienen coherencia con el contexto económico, el proceso desinflacionario y el nivel acumulado de restricción monetaria.
De: El Economista
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