En una reunión reciente en Guadalajara, Jalisco, bajo la presidencia pro tempore de Víctor Villalobos Arámbula, secretario de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), el Comité Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (CIRSA) discutió estrategias para combatir plagas y enfermedades que amenazan la seguridad alimentaria y el desarrollo agrícola de la región. Este encuentro, que contó con la participación de ministros y viceministros de nueve naciones de Centroamérica y el Caribe, subrayó la importancia de la coordinación regional en respuesta a desafíos sanitarios.
Villalobos Arámbula destacó la necesidad urgente de acciones coordinadas para abordar la proliferación de plagas como el gusano barrenador del ganado y el caracol gigante africano. “La preservación de la sanidad agropecuaria debe constituir una prioridad en la agenda de los gobiernos y es una condición prioritaria para continuar con el fortalecimiento del comercio regional”, enfatizó.
Durante su gestión, el CIRSA, que cumple 70 años de colaboración regional, ha realizado importantes avances, incluyendo 60 convenios de colaboración internacional. Además, en el marco del Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), se han implementado programas exitosos como el de la Mosca del Mediterráneo, en colaboración con Estados Unidos y Guatemala, mejorando así las exportaciones hortofrutícolas de la región hacia mercados exigentes a nivel mundial.
En el segundo día de actividades, los delegados visitaron el Centro Nacional de Recursos Genéticos (CNRG) en México, donde se conserva uno de los más importantes acervos genéticos del mundo. Conocido como el “arca de Noé del siglo XXI”, el CNRG alberga más de 100,000 accesiones que incluyen semillas ortodoxas, cultivo de tejido vegetal y microorganismos de cultivos agrícolas, pecuarios, pesqueros y acuícolas. “Este centro es crucial para la conservación de nuestro patrimonio genético y representa una oportunidad para reforzar acciones en materia de sanidad vegetal y salud animal”, expresó Villalobos Arámbula.
El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), que supervisa el CNRG, también trabaja en 80 campos experimentales a lo largo de México. Sus 870 investigadores han desarrollado más de mil nuevas variedades de cultivos, destacando la integración de tecnología y ciencia en el fortalecimiento del sector agroalimentario.
Estas actividades resaltan la visión a largo plazo del CIRSA y su compromiso con el desarrollo sostenible y la sanidad agropecuaria en Centroamérica y el Caribe, enfocando esfuerzos hacia la seguridad alimentaria regional y la adaptación al cambio climático.
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