En medio de desafíos climáticos y tensiones comerciales, México se prepara para importar entre 14 y 16 millones de toneladas de maíz amarillo en 2024, una cifra que se alinea con el promedio anual histórico. Así lo anunció el secretario de Agricultura, Víctor Villalobos, en una reciente conferencia virtual, subrayando la importancia de estas importaciones para el sector pecuario nacional.
La dependencia de México del maíz amarillo importado, principalmente de Estados Unidos, se ve acentuada por eventos climáticos adversos, como la severa sequía que afectó al estado de Chihuahua, el mayor productor de maíz amarillo del país, el año pasado. Esta situación ha obligado a aumentar las importaciones para satisfacer la demanda de consumo pecuario. Sin embargo, Villalobos destacó que el déficit podría ser mitigado mediante el incremento de la producción en el sur-sureste de México, aunque no especificó si se refería a maíz amarillo o blanco.
En este contexto, el secretario Villalobos señaló: “Para fines pecuarios, para los animales da lo mismo que sean blancos o amarillos”, sugiriendo que cualquier excedente de maíz blanco podría ser utilizado en la alimentación animal. Cabe destacar que México es autosuficiente en la producción de maíz blanco, pero necesita importar grandes cantidades de maíz amarillo para cubrir sus necesidades.
La relación comercial de México con Estados Unidos, su principal proveedor de maíz amarillo y socio en el tratado de libre comercio de América del Norte, T-MEC, se encuentra en un momento delicado debido a disputas sobre el comercio de maíz genéticamente modificado. El gobierno mexicano ha expresado su deseo de limitar el uso de maíz transgénico a alimentos industrializados y comida para ganado, excluyéndolo de la elaboración de la harina para tortillas, esencial en la dieta mexicana. Esta postura ha generado controversias, llevando al gobierno de Washington a cuestionar la base científica de la medida y a presentar una queja ante un panel de disputas del T-MEC, cuya resolución se espera para este año.
A pesar de las incertidumbres, el compromiso de México con la seguridad alimentaria y la diversificación de su producción agrícola se mantiene firme. A mediados de enero, se registró un récord de 15.3 millones de toneladas de maíz estadounidense destinadas a México para el ciclo 2023/24, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, reflejando la importancia crítica de estas importaciones. Villalobos declinó ofrecer una proyección específica para la producción de maíz en 2024, indicando que se tendría un estimado más claro en la segunda mitad del año, aunque reconoció el impacto de la sequía en el rendimiento de las cosechas.
También te puede interesar leer:
Contrastes en la agroindustria: El ascenso azucarero de El Salvador frente a los desafíos mexicanos
Retrocesos y oportunidades en la Zafra 2023/24: Análisis detallado del impacto en la producción azucarera nacional
Distinción en el campo: Reconocen a la UMFFAAC con el máximo galardón agroalimentario