En medio de la severa crisis hídrica que azota al estado, al menos 13,000 hectáreas de cultivo de caña de azúcar en los municipios de Gómez Farías y Xicoténcatl enfrentan una amenaza inminente. La escasez de agua en la presa Emilio Portes Gil pone en riesgo la producción, vital para la economía local, donde se pueden obtener hasta 50 toneladas de caña por hectárea.
“Se requiere de por lo menos 90 millones de metros cúbicos de agua como mínimo, de los 190 para dar tres riegos”, confirmó Leopoldo Borjas García, Presidente del Módulo Uno del Distrito de Riego 029 en Xicoténcatl, destacando la gravedad de la situación.
La preocupación crece entre los más de 1,700 productores de caña de Xicoténcatl y Gómez Farías, quienes dependen de esta actividad no solo para subsistir sino también para mantener activa la economía regional, con la producción destinada principalmente a los ingenios de Ciudad Mante y El Naranjo en San Luis Potosí. La falta de agua no solo amenaza con reducir drásticamente la producción sino que también podría provocar un colapso social, afectando a negocios y comercios ligados a esta cadena productiva.
En un encuentro con Raúl Quiroga Álvarez, titular de la Secretaría de Recursos Hidráulicos, y un representante de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) —quien declinó hacer declaraciones a los medios—, los productores expresaron su alarma y solicitaron información detallada sobre el nivel actual de almacenamiento de agua en la presa Emilio Portes Gil. Ante este escenario crítico, se prioriza el uso del recurso hídrico para satisfacer las necesidades básicas de la población, dejando en segundo plano el riego de cultivos.
“Tenemos una crisis hídrica muy fuerte, estamos alarmados, porque de no haber agua suficiente para el riego, esto puede colapsar y generar un problema social, por los daños que ocasionaría a la gente que vive de esta actividad, los negocios y los comercios”, subrayó Borjas García, evidenciando la profundidad de la crisis que no se había visto en al menos 20 años, desde que la gestión del agua fue transferida a los usuarios por el Gobierno federal.
Este panorama subraya la urgencia de encontrar soluciones sostenibles y eficientes para la gestión del agua en el sector agrícola, ante la creciente variabilidad climática y las demandas competitivas por este recurso esencial.
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