La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), presentó los resultados del proyecto “Acompañamiento Técnico a la Política Agropecuaria UTF/MEX/145/MEX”. Este proyecto se enfoca en la construcción de sistemas agrícolas, pecuarios y acuícolas sostenibles, resilientes, inclusivos y rentables.
Víctor Villalobos Arámbula, titular de la Secretaría de Agricultura, destacó la valiosa experiencia y el valor agregado que la FAO aportó al proyecto, principalmente en los procesos de desarrollo tecnológico, buenas prácticas e innovación. “México comparte con el organismo la filosofía de las cuatro mejoras: mejor producción, mejor nutrición, mejor ambiente y una vida mejor”, subrayó Villalobos.
Uno de los componentes más destacados del proyecto es la conservación de recursos genéticos para la agricultura y la alimentación. Además, se desarrolló información estratégica para calcular los costos de producción para pequeños y medianos productores, se rehabilitaron cuencas en Michoacán y se fortaleció la cadena de valor del amaranto.
El proyecto incluyó al amaranto como parte de la iniciativa de la FAO “un producto, un país”, debido a su importancia histórica, riqueza nutrimental y relevancia para la seguridad alimentaria en México. Santiago Arguello Campos, coordinador general de Agricultura, explicó que los trabajos se enfocaron en el desarrollo de una agricultura regenerativa y sostenible, impulsando la investigación, variedades mejoradas y la cadena productiva y comercial del amaranto.
Este esfuerzo involucró al Colegio de Postgraduados (Colpos), la Universidad Autónoma Chapingo y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP). Se instalaron 10 escuelas, dos módulos y parcelas demostrativas, se capacitó a más de 500 agricultores y se fomentaron productos gourmet a base de amaranto.
Sol Ortiz García, directora general de Políticas, Prospección y Cambio Climático (DGPPyCC), destacó que la diversidad genética resguardada por los productores mexicanos es clave para enfrentar retos como el cambio climático, la pérdida de ecosistemas y la sequía. “El proyecto contó con la participación del Comité de Recursos Genéticos para la Agricultura y la Alimentación, con más de 83 acciones comprometidas”, añadió Ortiz. Estas acciones incluyen el mantenimiento de infraestructura, equipo y accesiones de semillas, la actualización del sistema de información del Banco de Germoplasma Mexicano (BanGERMex) y la rehabilitación de cuencas en Michoacán.
Patricia Ornelas Ruíz, directora en jefe del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), subrayó la importancia de establecer criterios para definir a los pequeños y medianos productores, así como diseñar una metodología para calcular los costos de producción en distintas regiones agroalimentarias de México. Esta medida permitirá garantizar el acceso a alimentos sanos e inocuos con menor costo ambiental, mejorar los ingresos de los agricultores y ampliar su participación en los mercados nacional e internacional.
Al concluir el evento, el secretario Víctor Villalobos Arámbula y la representante de la FAO, Lina Pohl Alfaro, realizaron un recorrido por las exposiciones de los subcomponentes del proyecto, que incluyó una muestra gastronómica con platillos elaborados a base de amaranto, como sushi, ceviche, crema de camote, galletas, tostadas, gelatina y aguas de sabor.
De: Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER)
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