A medida que nos adentramos en 2024, el mercado de materias primas presenta un panorama diversificado, reflejando tanto ganancias inesperadas como declives significativos en diversos sectores. Los analistas anticipan una tendencia general de debilidad en los precios, influida por un crecimiento económico global estancado y modesto, especialmente en Estados Unidos, Europa y China.
En un giro sorpresivo, 2023 fue testigo de un aumento notable en los precios de ciertas materias primas. El cacao y el mineral de hierro se destacaron con incrementos del 72% y 55% respectivamente, impulsados por una combinación de factores como la escasez de oferta y la demanda específica de mercados como China.
Contrastando con esto, los precios del gas natural y el carbón experimentaron una caída significativa desde los máximos históricos alcanzados en 2022. Estos cambios se atribuyen a un aumento en la oferta y una disminución en la demanda, exacerbados por un invierno boreal inusualmente cálido que ha reducido el consumo energético.
El sector alimentario no ha sido inmune a la volatilidad. El arroz, el café y el azúcar han visto incrementos en sus precios debido a condiciones climáticas adversas y problemas en la cadena de suministro. La producción de arroz en Asia ha sufrido un impacto significativo, mientras que en la India, la producción de azúcar se ha reducido drásticamente, lo que podría convertir al país en un importador neto.
En cuanto a los combustibles fósiles, se espera que el aumento en la oferta de petróleo, gas y carbón pueda deprimir los precios en 2024. A pesar de un crecimiento en la demanda mundial, la producción récord en países fuera de la OPEP, como Estados Unidos, Brasil y Canadá, podría influir negativamente en los precios.
El oro, por otro lado, ha experimentado un año récord, alcanzando precios máximos históricos. Se espera que la demanda de oro y plata aumente como cobertura frente a los riesgos del mercado de valores y el sector inmobiliario. Los metales industriales, en cambio, han mostrado un desempeño mixto. Mientras el níquel ha sufrido una caída drástica, el cobre ha logrado recuperarse ligeramente hacia finales de 2023.
El panorama de las materias primas para 2024 es complejo y variado. Mientras algunos sectores, como el cacao y el mineral de hierro, muestran fortaleza, otros, como el gas natural y el carbón, enfrentan desafíos significativos. Este equilibrio de fuerzas, influenciado por factores climáticos, económicos y políticos, continuará moldeando el mercado global de materias primas en el año venidero.
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