En un movimiento decisivo hacia la sostenibilidad, empresas del sector energético a nivel global están mostrando un compromiso creciente con la descarbonización y la transición energética. Según la tercera encuesta anual de Bain & Company sobre energía y recursos renovables, estas empresas están dispuestas a invertir hasta el 24% de su capital en acciones orientadas a estos fines.
Sin embargo, el informe de Bain & Company señala desafíos significativos que podrían obstaculizar estos esfuerzos. Entre ellos, se destaca la influencia de la geopolítica y la reticencia de los consumidores a pagar más por servicios energéticos más limpios. Estos factores podrían impactar negativamente la transición hasta el año 2030.
Para alcanzar las metas de reducción de carbono y fomentar la transición energética, el informe sugiere la necesidad imperante de la cooperación del sector público. “Es necesaria la cooperación del sector público, el cual deberá incentivar la inversión en el mediano plazo”, resaltan los directivos en el informe.
Por otra parte, el informe también hace hincapié en la necesidad de incrementar la inversión a $4.6 billones de dólares anuales para alcanzar el objetivo de cero emisiones de carbono para 2057. Actualmente, la inversión es de $1.6 billones y está en riesgo de disminuir debido a la desaceleración de la economía mundial.
Otro obstáculo señalado es la lentitud en la aprobación de regulaciones gubernamentales para el inicio de operaciones en el sector energético, lo que representa una barrera significativa para la descarbonización.
Para Jordi Ciuró, socio de Bain & Company en México, “el informe global sobre energía representa una oportunidad de mercado para empresas que se desarrollan en sectores como el de renovables, el digital y el de almacenamiento de energía”. Ciuró también señala el potencial aumento en la demanda de estos productos hasta 2050.
El informe también subraya el papel clave de los ejecutivos de industrias como petróleo y gas, minería y agroindustria en la transición energética. A pesar de un panorama desafiante, solo el 4% de los encuestados de estos sectores anticipa una ralentización del sector hidrocarburos en la próxima década, un descenso respecto al 8% del año anterior. Este optimismo se atribuye a la dependencia continua de los combustibles fósiles y a las circunstancias geopolíticas actuales.
Bain & Company concluye que, aunque la transición energética es un proceso complejo y desafiante, es crucial para combatir el cambio climático y asegurar la seguridad energética. “Las empresas de energía y recursos naturales desempeñan un papel fundamental en la transición energética, y deben tomar medidas para acelerar el proceso”, concluye Ciuró. El éxito de esta transición depende del compromiso económico de las empresas, las entidades gubernamentales y los consumidores finales.
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