El valor de las exportaciones de bienes en América Latina y el Caribe creció un 4.1% en 2024 en comparación con el año anterior, según un informe publicado este martes por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Este repunte contrasta con la caída del 1.6% registrada en 2023 y responde principalmente al aumento en los volúmenes exportados, señala el informe titulado “Estimaciones de las tendencias comerciales de América Latina y el Caribe”.
Sin embargo, el BID advierte que no existen señales claras de que este crecimiento se mantenga a largo plazo. “El balance de los riesgos para el comercio regional se mantiene equilibrado y las proyecciones apuntan a un crecimiento limitado, en un marco de alta incertidumbre sobre la economía mundial”, explicó Paolo Giordano, coordinador del estudio, en un comunicado. Giordano añadió que para que el comercio exterior siga contribuyendo de manera significativa al crecimiento económico, la región debe enfocarse en reformas e inversiones que impulsen la productividad.
El análisis del BID revela una disparidad significativa entre los países de la región. Entre las economías con mejor desempeño destacan Guyana, con un crecimiento del 59.6%, seguida de Venezuela (18.7%), Argentina (18.1%) y Uruguay (14.6%). Por el contrario, algunas naciones registraron caídas importantes en sus exportaciones. Panamá lidera esta tendencia negativa con una contracción del 73.3%, seguida de Costa Rica (-9.3%), Paraguay (-6.5%) y Brasil (-0.8%).
De acuerdo con El Financiero, el informe también destaca que los precios de los principales productos básicos exportados por la región han seguido una tendencia a la baja, una situación que, según el BID, probablemente continuará en un contexto de alta volatilidad. Por ejemplo, el precio de la soja cayó un 22.1% en 2024 debido al aumento de la oferta global, impulsado por una cosecha récord en Brasil y la recuperación de la producción en Argentina tras la sequía de 2023.
En el caso del azúcar, la cotización disminuyó un 13.7%, afectada por mejoras en las cosechas de India y Tailandia, así como por la caída en los precios del petróleo, que redujo la demanda de caña de azúcar para la producción de etanol. A pesar de este descenso, el BID señala que el azúcar se mantiene en niveles cercanos a sus máximos históricos.
El petróleo también experimentó una contracción del 2.7% en su promedio anual. No obstante, algunos productos registraron incrementos significativos en sus precios, como el café, cuyas variedades arábica y robusta alcanzaron máximos históricos al ser un 57.7% superiores al promedio de 2023. Por su parte, el cobre mostró una mayor volatilidad, aunque cerró el año con un incremento del 9.4% respecto al año anterior.
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