La crisis acompaña a Petróleos Mexicanos (Pemex), ya que la deuda acumulada no es su único problema estructural. En noviembre de 2024, la producción de petróleo crudo tocó su nivel más bajo en 45 años, una situación que agrava el panorama para la paraestatal.
De acuerdo con Jeanette Leyva Reus, columnista de El Financiero, “la crisis con la que inicia el gobierno ya no se podrá ocultar por mucho tiempo más”. La analista destaca que, en noviembre de 2024, México produjo sólo un millón 488 mil barriles diarios de petróleo crudo, el registro más bajo desde septiembre de 1979, cuando la producción alcanzó apenas un millón 472 mil barriles diarios durante el sexenio de José López Portillo.
La preocupación en la industria petrolera mexicana aumenta a medida que la caída en la producción se profundiza. Además, Pemex enfrenta una de las crisis de impago a proveedores más severas de los últimos años, lo que podría tener repercusiones visibles en los niveles de extracción. La promesa de la presidenta electa Claudia Sheinbaum de que Pemex saldará sus deudas por 20 mil millones de dólares con proveedores y contratistas en el primer trimestre del año mantiene en suspenso a cientos de compañías. Muchas de estas empresas, ubicadas en Villahermosa, Ciudad del Carmen, Paraíso y Veracruz, han detenido indefinidamente sus operaciones, implementando “vacaciones forzadas” ante la falta de pago.
En esta problemática también figura el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, al que Pemex adeuda aproximadamente seis mil millones de pesos. Aunque esta cifra es considerablemente menor en comparación con otras deudas, también amenaza con desestabilizar a la empresa.
Por otro lado, Fitch Ratings ratificó en diciembre pasado la calificación de Petróleos Mexicanos en ‘B+’ para sus emisiones de largo plazo en moneda local y extranjera, con perspectiva estable. La calificadora destacó que la evaluación refleja la dependencia de Pemex del presupuesto público, su alta deuda y su vulnerabilidad financiera, así como un historial ambiental, social y de gobernanza (ESG) que dificulta la atracción de capital.
“Las calificaciones de Pemex están cuatro niveles por debajo del soberano, lo que refleja la opinión de Fitch de que Pemex sigue siendo financieramente vulnerable y su historial ESG perjudica aún más su capacidad para recaudar capital”, explicó la agencia. Además, el reporte enfatizó que Pemex requiere un apoyo significativo del Gobierno mexicano para cubrir sus necesidades financieras en los próximos años, particularmente para la deuda de corto plazo, estimada en 359 mil millones de dólares.
También te puede interesar leer:
Superávit comercial de México con EU alcanza máximo histórico de 157,205 mdd
Crisis y desafíos en la zafra cañera 2024-2025: deudas, sequías y precios a la baja
Biden prohíbe nuevas perforaciones de petróleo y gas en costas de Estados Unidos