El panel de solución de controversias del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) emitirá su resolución final sobre el maíz genéticamente modificado el próximo 14 de diciembre.
De acuerdo con El Financiero, Marcelo Ebrard, secretario de Economía, admitió recientemente que existe la posibilidad de que el fallo del panel sea desfavorable para México. “El 22 de octubre nos compartieron sus conclusiones preliminares, el 6 de noviembre contestamos con los argumentos desde nuestro punto de vista para consideración del panel. El 29 de noviembre nos van a responder y el 14 de diciembre termina con la publicación de las conclusiones a las que hubieren llegado”, declaró.
De acuerdo con Jorge Molina Larrondo, especialista en políticas públicas, una de las razones principales por las que México podría perder el panel radica en el incumplimiento del protocolo establecido en el T-MEC durante la publicación del decreto que prohíbe el uso del maíz genéticamente modificado para consumo humano por parte del expresidente Andrés Manuel López Obrador. “No presentaron la evaluación de riesgo del decreto ni dieron los 60 días previos a su entrada en vigor para que Estados Unidos y Canadá pudieran emitir comentarios. El decreto no obedeció a bases científicas, sino ideológicas”, afirmó.
Molina Larrondo señaló que, tras la publicación de la resolución, México contará con un plazo de 45 días para cumplir con el fallo del panel, ya sea mediante la eliminación del decreto que prohíbe el maíz transgénico o mediante la presentación de una apelación. “Todo esto coincidirá con los primeros días de la presidencia de Donald Trump”, agregó.
Por su parte, Juan Carlos Anaya, director general del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), explicó los posibles escenarios ante un fallo adverso. “El primero es que México ajuste o elimine el decreto que prohíbe el maíz transgénico. El segundo escenario es que Estados Unidos y Canadá impongan aranceles selectivos a productos mexicanos clave, como aguacates, tequila o autopartes, lo que reduciría la competitividad”, advirtió.
Como tercer escenario, Anaya planteó la posibilidad de renegociar los términos del decreto, permitiendo la entrada de maíz amarillo genéticamente modificado para consumo animal o industrial, mientras se mantendría la prohibición del maíz blanco para consumo humano.
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