La zafra de caña de azúcar 2024-2025 evidencia una diversidad de retos y avances significativos en América Latina, marcados por problemas de abastecimiento de combustible, impactos climáticos adversos y esfuerzos por modernizar la industria.
Los casos de Venezuela, Bolivia, Cuba, República Dominicana y Argentina reflejan la complejidad de este sector estratégico para las economías regionales.
En Venezuela, la producción de caña de azúcar inició con una expectativa de más de 5 millones de toneladas por cosechar, según informó José Ricardo Álvarez, presidente de la Federación de Cañicultores (Fesoca). Sin embargo, el suministro insuficiente de gasoil amenaza con retrasar las labores de campo y postcosecha.
Se estima que son necesarios entre 40 y 45 millones de litros de combustible durante los cinco a seis meses que dura la zafra, pero hasta la fecha apenas se han recibido 70 mil litros, de acuerdo con Froilán Márquez, gerente general de la Asociación de Servicios Agrícolas (Asoseagro).
Este déficit podría poner en riesgo la operación de los principales centrales, como el Central Azucarero Portuguesa y el Soca-Portuguesa, que ya iniciaron actividades, no sin antes realizar ceremonias tradicionales como la misa inaugural para bendecir el trabajo. (Fuente: Portuguesa Reporta).
En Bolivia, la Confederación Nacional de Cañeros (Concabol) solicitó una reunión urgente con el Gobierno para abordar la crisis de combustible que afecta no solo la zafra actual, sino también la planificación de la siembra para 2026. Óscar Arnez, presidente de Concabol, detalló que la producción cañera consumió 198 millones de litros de diésel este año y se proyecta un aumento a 220 millones para el próximo ciclo.
El aumento de los precios de los combustibles importados, estimados en Bs 14 por litro al tipo de cambio paralelo, agrava la situación, dado que Bolivia debe adquirir el diésel en dólares.
El sector cañero, que administra 180 mil hectáreas y aporta etanol al mercado interno, aún no logra concertar una reunión con el ministro de Hidrocarburos, situación que genera incertidumbre ante la cercanía de las campañas agrícolas. (Fuente: La Razón).
En Cuba, los preparativos de la zafra 2024-2025 se desarrollan en medio de un contexto económico complicado, caracterizado por la escasez de combustible debido al bloqueo económico.
Jorge Luis Tapia Fonseca, vice primer ministro de la isla, supervisó los trabajos en los principales ingenios de la provincia de Cienfuegos, como el Antonio Sánchez, que recibirá caña de cuatro centrales y planea producir más de 14 mil toneladas de azúcar en una zafra que abarcará 87 días.
Tapia orientó la estrategia a seguir para hacer una zafra buena y teniendo en cuenta la situación más crítica que vive nuestro país, fundamentalmente por el déficit de combustible, ante el inhumano bloqueo del gobierno de Estados Unidos.
Durante su visita, también se abordaron estrategias para maximizar la eficiencia en el uso de recursos y fortalecer el desempeño de las bases productivas. Además, recorrió la Empresa Agropecuaria Horquita, dedicada a cultivos diversos y servicios, enfatizando la importancia de su rol en la producción agrícola nacional. (Fuente: Radio Rebelde).
En República Dominicana, el Ingenio Porvenir se prepara para la zafra 2024-2025 con un ambicioso proyecto de autosuficiencia energética. Según Rafael Burgos Gómez, director general de Bienes Nacionales y honorífico del CEA-CORDE, las labores de modernización, que incluyen la renovación completa de tres calderas, permitirán generar 6 megavatios de energía, de los cuales el excedente será transferido al Sistema Eléctrico Nacional.
El ingenio, que cumple 145 años, tiene como meta producir 250 mil toneladas métricas de azúcar y 1,8 millones de galones de melaza.
Juan Isidro Medina, administrador del ingenio, destacó que los trabajos de readecuación se extienden a las áreas operativas y administrativas, garantizando la competitividad del productor estatal más antiguo del país. (Fuente: 7 Días).
En Argentina, las heladas registradas en julio impactaron severamente en los campos cañeros de Tucumán, una de las regiones más australes del mundo en producir caña de azúcar. Manuel Ponce, asesor del CREA Cañaverales, explicó que temperaturas de hasta -6 °C durante 40 horas consecutivas dañaron las plantas, interrumpiendo su crecimiento y afectando la calidad del jugo.
“El frío por debajo de cero grados transforma en hielo el contenido líquido de la caña de azúcar. Ese congelamiento rompe las células y se produce una mortandad de tejidos. Desaparece el verde y empieza a aparecer un color marrón de sequedad. Al no tener clorofila, que es la fábrica de cualquier vegetal, el cultivo entra en una meseta donde no crece, ni madura; no genera más kilos ni más azúcar”, afirmó.
Según estimaciones de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, la producción total no superará los 17,5 millones de toneladas, lo que representa una caída superior al 10%.
Ponce afirma que esta situación repercute en la actividad de los productores dado que baja la rentabilidad, lo cual afecta directamente la planificación comercial y financiera de las empresas.(Fuente: Chacra).
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