Los agricultores de remolacha azucarera, especialmente en la provincia de León y otras áreas de Castilla y León, están atravesando una situación crítica tras la reducción significativa de las ayudas asociadas al cultivo. ASAJA ha advertido que el incremento en la superficie sembrada, particularmente en León, principal zona productora de remolacha en España, ha resultado en una disminución de los fondos otorgados por el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA). Esto impacta directamente en la rentabilidad del cultivo y los ingresos de los agricultores, que dependen en gran medida de este apoyo económico.
El 23 de septiembre de 2024, el FEGA publicó una circular que establece el importe provisional de las ayudas a los productores de remolacha azucarera en 407 euros por hectárea, lo que representa una reducción del 31,21% respecto a la campaña anterior, cuando se fijaron en 591,7 euros por hectárea. Este recorte ha generado preocupación entre los productores, quienes consideran que la medida pone en riesgo la sostenibilidad del sector, especialmente en regiones clave como León.
León ha experimentado un notable incremento en la superficie sembrada con remolacha, alcanzando este año las 10.491 hectáreas, un 48,3% más que en 2023, cuando se cultivaron 7.074 hectáreas. Este aumento consolida a León como la principal productora de remolacha azucarera del país, muy por delante de Valladolid, la segunda en importancia.
A pesar del crecimiento en la superficie cultivada, el presupuesto total asignado por el Estado, que se mantiene en 17 millones de euros, no ha sido ajustado, lo que ha resultado en una disminución de las ayudas por hectárea. Esta situación genera incertidumbre entre los agricultores, quienes ven reducidos sus márgenes de beneficio a pesar de los esfuerzos por aumentar la producción.
El descenso del 31,21% en las ayudas representa un golpe significativo para los productores, que ya enfrentan una serie de desafíos, desde el aumento en los costos de insumos como fertilizantes y energía, hasta las incertidumbres climáticas. ASAJA ha advertido que muchos agricultores podrían reconsiderar la continuidad de su actividad si no se revierte esta situación, en especial aquellos que no cuentan con otras fuentes de ingresos o con la capacidad financiera para absorber las pérdidas.
A pesar de los problemas financieros, las expectativas de producción en la campaña 2024 son positivas. ASAJA estima que la producción de remolacha en León alcanzará las 900.000 toneladas, lo que se traduce en un valor de mercado cercano a los 50 millones de euros. Sin embargo, el futuro del sector sigue siendo incierto debido a la reducción de las ayudas y a los desafíos logísticos y climáticos.
El cultivo en León se ha visto afectado por un retraso de más de un mes en las siembras, causado por condiciones climáticas adversas en primavera. Aun así, el estado de los cultivos es considerado bueno y se espera que la cosecha de este año sea una de las más importantes de los últimos tiempos.
La cooperativa ACOR ha anunciado que comenzará a recibir remolacha el 7 de octubre de 2024, aproximadamente el 15% de la producción de León. Por su parte, AB Azucarera, uno de los principales actores del sector, aún no ha confirmado su calendario, aunque se espera que la planta de Toro (Zamora) inicie operaciones entre la segunda y tercera semana de octubre, mientras que la planta de La Bañeza comenzará a recibir la mayor parte de la cosecha en los primeros meses de 2025.
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