Los vientos alisios de agosto trajeron consigo un alivio para la economía colombiana, que registró un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 2,1% en el segundo trimestre de 2024, en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este repunte contrasta favorablemente con el exiguo 0,7% registrado en el primer trimestre, logrando así un avance del 1,5% en el acumulado del semestre. Aunque estas cifras ofrecen un respiro, la atención se centra ahora en el plan oficial de reactivación económica que el Gobierno prevé lanzar entre mediados y finales de septiembre.
Dos sectores fueron claves en este crecimiento: la agricultura, que experimentó un notable incremento del 10,2%, impulsada por los precios internacionales de productos como el café; y las actividades artísticas, que crecieron un 11,1%. Este último es un sector heterogéneo que incluye desde apuestas y conciertos hasta empleos domésticos, aportando significativamente al dinamismo económico del país.
Piedad Urdinola, directora del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), destacó que la agricultura sigue siendo un pilar para la economía colombiana, contribuyendo un 2,4% al PIB total. Además, subrayó que la expansión en las actividades artísticas está liderada por sectores problemáticos para la salud pública, como las apuestas y los juegos en línea, una realidad que aún no ha sido abordada por las autoridades pero que sigue inyectando recursos al sistema económico.
El presidente Gustavo Petro no tardó en reivindicar estos resultados. “Estamos logrando la reactivación económica de Colombia. La reactivación se provoca por la reducción de la tasa de interés real, por el crecimiento excepcional de la agricultura y por la actividad del gobierno en salud y educación”, afirmó en su cuenta de X.
Sin embargo, no todo es optimismo. Los expertos señalan el estancamiento en la inversión como una sombra que oscurece el panorama económico. A pesar de que este segmento mostró un crecimiento trimestral del 1,7%, sigue siendo motivo de preocupación tras la abrupta caída del 10,3% en la primera parte del año.
En contraste, algunos sectores clave presentaron caídas significativas. La minería retrocedió un 3,3%, mientras que la industria se contrajo un 1,6%. El comercio, por su parte, apenas logró un crecimiento marginal del 0,2%. Estos resultados superaron las expectativas de las entidades financieras, cuyas proyecciones oscilaban entre el 3% del Banco de Bogotá y el 1,9% de Fedesarrollo.
Con la mirada puesta en el segundo semestre del año, la capacidad del Ejecutivo y del sector privado para unir fuerzas será crucial para superar las debilidades persistentes en varios sectores. La implementación efectiva del anunciado plan de reactivación económica será esencial para consolidar el camino hacia la normalización y, eventualmente, la recuperación plena.
De: El País
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