Las monedas de los mercados emergentes registraron su mejor semana en lo que va de 2024, recuperándose tras la brutal liquidación del lunes 5 de agosto, gracias al alivio de las preocupaciones sobre un posible aterrizaje brusco en la economía de Estados Unidos.
El índice MSCI de divisas de mercados emergentes subió un 0.7 por ciento durante la semana, cerrando en su nivel más alto en más de dos años. Esta recuperación estuvo impulsada por varios factores, entre los que destaca un dólar más débil y un repunte en las acciones globales, lo que incrementó el apetito por el riesgo entre los inversores.
El real brasileño lideró las ganancias, registrando su mejor semana desde finales de 2022, con una apreciación de casi un 4 por ciento. Este repunte se dio luego de que los datos de inflación superaron las expectativas, lo que alimentó las especulaciones sobre un posible aumento de tasas de interés por parte del Banco Central de Brasil a finales de este año. Antes de este movimiento, el real había sido la moneda de mercado emergente con peor desempeño en 2024, alcanzando su nivel más bajo del año la semana pasada, en medio de preocupaciones sobre los planes de gasto del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y la posible tolerancia de la autoridad monetaria a la inflación.
Sin embargo, las actas del banco central publicadas esta semana y las declaraciones del gobernador Roberto Campos Neto, quien aseguró que las recientes votaciones unánimes reflejan el compromiso con el objetivo de inflación, ayudaron a calmar estos temores.
El peso mexicano también mostró resiliencia, logrando sobreponerse a las depreciaciones iniciales tras la sorpresiva decisión del Banco de México de recortar la tasa de interés, a pesar del complejo panorama inflacionario. Durante la semana, el peso se apreció un 1.74 por ciento frente al dólar, lo que equivale a 33.35 centavos, según datos del Banxico.
Los estrategas del mercado observan señales de que una masiva liquidación de apuestas de carry trade financiadas con yenes podría haber llegado a su fin, al menos por ahora, dado que el yen detuvo su ascenso desde julio. Paul Mackel, director global de investigación de divisas en HSBC, comentó: “Pronto podríamos estar llegando a un punto de estabilización en el que la reducción del carry de divisas haya seguido su curso. Esto podría tentar a los inversores a volver a comprometerse con algunas monedas de mayor rendimiento que han sentido el peso últimamente, incluidas las de América Latina”.
La semana también estuvo marcada por movimientos en otras divisas de la región. El banco central de Perú sorprendió al mercado al recortar su tasa de interés de referencia el jueves, siguiendo el ejemplo de México, a pesar de la preocupación de que la inflación subyacente se mantenga obstinadamente alta. Por otro lado, el peso colombiano quedó rezagado respecto a sus pares latinoamericanos, ya que la inflación en Colombia se desaceleró más de lo esperado, lo que refuerza las expectativas de recortes de tasas aún más agresivos.
De cara a la próxima semana, el enfoque estará en los datos económicos de Estados Unidos, particularmente en los índices de inflación, ventas minoristas y producción industrial, que podrían influir en las expectativas sobre el crecimiento económico y generar mayor volatilidad en los mercados. Luis Costa, estratega de Citigroup, advirtió: “Creemos que esta mayor volatilidad puede no normalizarse tan rápido como algunos esperan, lo que sugiere una posible recalibración al alza de la prima de riesgo de los mercados emergentes”.
Este repunte en las monedas de los mercados emergentes se da en un contexto de alta incertidumbre, pero con señales de estabilización que podrían marcar el rumbo de las próximas semanas.
De: El Financiero
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