La industria azucarera de Guatemala enfrenta una crisis sin precedentes provocada por la severidad del fenómeno climatológico El Niño. La reducción dramática de las lluvias en la costa sur ha alertado al sector azucarero, poniendo en jaque no solo la producción actual sino también las expectativas a futuro.
Luis Miguel Paiz, gerente general de la Asociación de Azucareros de Guatemala (Asazgua), expresó su preocupación a Prensa Latina: “Somos el primer rubro del país que manifiesta preocupación por la disminución de los principales afluentes que surten de agua a las plantaciones”. La falta de precipitaciones ha obligado a detener totalmente las operaciones de riego en las áreas más afectadas, en un intento por mitigar el impacto en el cultivo de la caña de azúcar.
La crisis ha llevado a una disminución en el rendimiento por hectárea, afectando significativamente la producción azucarera. Según Álvaro Ruiz, vicepresidente de Asazgua, la zafra actual ha visto una reducción de ocho quintales por hectárea, equivalentes a un 3,25% menos. En algunas zonas del litoral sur, esta cifra se eleva a 17,2 quintales por hectárea, lo que representa un 7% menos en comparación con el año anterior. “La caña de esta zafra se está secando aceleradamente”, señaló Ruiz, subrayando la gravedad de la situación.
Ante este desafío, Asazgua ha subrayado la importancia de las mesas técnicas del agua, una iniciativa que busca regular el uso del recurso hídrico entre los distintos sectores involucrados. Otto Fuentes, gerente del área ambiental de Asazgua, destacó a República la urgencia de retomar estas mesas técnicas para enfrentar la crisis. Con 13 mesas técnicas del agua en el país, 11 de las cuales se encuentran en la costa sur, su papel es crucial para la coordinación y búsqueda de soluciones a la crisis hídrica.
La situación es especialmente crítica para la temporada azucarera 2023/2024, que arrancó en noviembre pasado y se extiende hasta mayo. Aunque Guatemala se mantiene como el decimocuarto productor global de azúcar y el segundo en América Latina después de Brasil, la actual crisis podría reducir las exportaciones azucareras hasta en un 10% para la zafra 2024-25 si las condiciones actuales persisten.
Con el 40% de la producción destinada al mercado local y el 60% a la exportación, la industria azucarera guatemalteca juega un papel importante en el mercado global del edulcorante. Sin embargo, la crisis provocada por El Niño plantea un desafío significativo, no solo para la sostenibilidad del sector sino también para el bienestar económico del país.
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