Después de enfrentar un año 2023 difícil debido a una sequía que impactó negativamente en los cultivos de caña, los productores mexicanos de azúcar encaran un 2024 que no parece ofrecer mejores perspectivas. Esta situación es una oportunidad que Estados Unidos parece estar listo para aprovechar, anticipándose a que México se convierta en su principal cliente de azúcar.
Según proyecciones de los Servicios de Estudios Económicos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, se espera que durante el 2024, Estados Unidos exporte hacia México unas 160,000 toneladas cortas de azúcar, representando el 88% de sus exportaciones totales de azúcar (140,800 toneladas), marcando el volumen más alto destinado a México en los últimos seis años.
Este incremento equipararía las exportaciones de azúcar estadounidenses a México a los niveles observados entre 2008 y 2013, durante la vigencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), bajo el cual México importaba azúcar estadounidense libre de aranceles y cuotas. En aquel entonces, las exportaciones desde Estados Unidos promediaban 167,000 toneladas cortas.
En años recientes, Estados Unidos ha incrementado sus exportaciones de azúcar hacia México, en paralelo al aumento de su producción doméstica de azúcar de remolacha y caña. México, por su parte, ha sufrido bajas en su producción por dos años consecutivos debido a la sequía y a una disminución en el uso de fertilizantes, anticipándose que el 2024 registre la producción más baja en más de una década.
El panorama para el sector azucarero es complejo. El Comité Nacional para el Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar (Conadesuca) estima que la producción en 2024 será de 4.7 millones de toneladas, 500,000 toneladas menos que en 2023. La sequía ha puesto en riesgo miles de hectáreas de cultivos, lo que ha llevado a un incremento en las importaciones de azúcar. En 2023, estas alcanzaron los 448 millones de dólares, un aumento significativo respecto al año anterior y se espera que en 2024 supere esta cifra, con importaciones valoradas en 87.3 millones de dólares solo en enero.
El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) anticipa un año desafiante para el sector, siendo La Huasteca, en San Luis Potosí, una de las regiones más afectadas. Czapp, un portal de la empresa londinense Czarnikow, indica que la producción de azúcar mexicana hasta la primera semana de febrero fue 312,000 toneladas menor que el año anterior, atribuyendo la baja a una segunda pérdida de cosecha consecutiva debido al fenómeno de El Niño.
El contexto del comercio exterior es intrigante. A pesar de que Estados Unidos no produce suficiente azúcar para satisfacer su demanda interna, ha incrementado sus exportaciones a México, que a su vez ha tenido que aumentar sus importaciones para satisfacer tanto su demanda local como sus compromisos de exportación con Estados Unidos. En temporadas pasadas, la mayoría de las importaciones mexicanas de azúcar provenían de India, América Central y Brasil.
La dinámica comercial entre México y Estados Unidos ha evolucionado desde la implementación del TLCAN, especialmente en lo que respecta al azúcar. Sin embargo, investigaciones estadounidenses sobre subsidios y su impacto en las importaciones de azúcar mexicano llevaron a restricciones en precios y cantidades, modificando así el flujo comercial. En los últimos dos años, sin embargo, Estados Unidos ha visto un aumento en sus exportaciones de azúcar hacia México, beneficiándose significativamente de esta situación en 2024.
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