El 2019 y parte de 2020 fueron los años más duros por el estiaje en San Luis Potosí y, prueba de esta situación, es que este periodo se dejaron de cosechar más de dos millones y medio de toneladas de caña de azúcar lo que significó pérdidas de aproximadamente 2 mil 500 millones de pesos para este sector, informó el secretario de Desarrollo Agropecuario del Estado, Alejandro Cambeses Ballina.
Mencionó que se hizo un esfuerzo importante para poder aligerar el peso de la crisis por falta de agua a través de diversas estrategias para la obtención de forraje barato, ya que el transporte es lo que más lo encarece.
Subrayó que uno de los momentos más críticos de la sequía, fue cuando comenzó a escasear el agua para beber y en ese punto resulta muy complicado lograr el transporte de este insumo esencial para el ganado.
Afortunadamente, dijo, este escenario ha cambiado, pues las lluvias recientes, están favoreciendo mucho los pozos de abrevadero, así como los cultivos relacionados con la generación de forraje.
En este sentido explicó que tanto en la Zona Media como en la Huasteca, las precipitaciones han permitido reactivar la actividad agrícola y rescatar la actividad ganadera que fue severamente golpeada por la sequía.
Destacó que a diferencia de 2019 y 2020, en 2021, se llevará a cabo la zafra correspondiente, lo cual quiere decir que no se generarán las pérdidas que se tuvieron en el 2019.